Tres veces ha tenido que intervenir Alfonso en las dos últimas semanas. En las tres fue decisivo. En Lugo, lució reflejos y colocación para evitar el gol de Fede Vico. Ante el Nàstic duplicó su trabajo: con un pie repelió un remate de Mesa, muestra de agilidad, y con los puños desvió el zurdazo de Juan Muñiz, ejemplo de seguridad. Alfonso, como los buenos porteros, ha parecido estas dos semanas cuando el equipo le ha necesitado. Sus tres intervenciones han sido decisivas para que el Oviedo, por primera vez en 2018, logre sumar dos victorias consecutivas. Pero el mérito va más allá del trabajo del portero. El mérito de los de Anquela ha sido el de limitar las acciones rivales en el área azul: solo tres disparos en contra en los dos últimos partidos.

El cambio de sistema se intuía como una oportunidad para ver juntos a los hombres de talento. La idea parecía encaminada a que el Oviedo se mostrara más afilado arriba, con más opciones para dañar a los rivales. Cosas del fútbol, el cambio ha servido para que los azules recuperen sus señas de identidad más marcadas. El rendimiento defensivo es el primer mandamiento en la filosofía de Anquela. Ayer, fue Carlos Hernández el que repasó el ideario: "La base de este equipo es no encajar. Se trata de ser sólidos y aprovechar las que tengamos". Ante Lugo y Nàstic, sin alardes futbolísticos, el equipo sí cumplió a rajatabla con esa idea.

Porque si el Oviedo se ha convertido esta temporada en una alternativa al ascenso es en gran parte por el rendimiento defensivo. En la actualidad, es el tercer equipo de Segunda al que menos chutan los rivales. Encabeza esta clasificación Osasuna, al que le han disparado en 336 ocasiones. Le sigue el Huesca, con 337, a falta de contabilizar el choque ante de ayer el Barça B. El Oviedo se sitúa tercero, con 339 remates en contra. De esos intentos rivales, 190 han sido desde dentro del área (el segundo que menos ha recibido por detrás de Osasuna) y 149 desde fuera (el sexto de Segunda División).

La trayectoria defensiva, esos 180 minutos sin goles (más los 4 últimos de Córdoba), y los tres únicos disparos a puerta en contra recuerdan al Oviedo de los mejores momentos, los que a finales de 2017 le llevaron al tercer puesto. Entonces, los de Anquela acumularon 5 victorias consecutivas con solo un gol en contra. Se impusieron 3-1 al Numancia, 0-2 al Lorca, 1-0 a Osasuna, 0-1 al Sevilla Atlético y 3-0 a la Cultural. El saldo de remates en contra, en líneas generales también fue escaso: los sorianos remataron 4 veces a puerta y 4 fuera; el Lorca, 1 y 3; Osasuna, 0 y 2; Sevilla Atlético, 8 y 8; y Cultural 1 y 3.