Juan Antonio Anquela, técnico del Oviedo, difícilmente cambia algo cuando funciona. Las novedades en el Oviedo han llegado en los momentos en que los resultados no han acompañado. El equipo no terminó de carburar en el inicio de Liga con cuatro defensas, el sistema que a él más le convencía, y empezó a jugar con cinco. Los resultados acompañaron y el jienense dio continuidad al dibujo hasta que el equipo dejó de ganar y regresó Fabbrini. La necesidad de poner también a los jugadores que hasta la recuperación del italiano habían generado más peligro en ataque, Saúl Berjón y Aarón Ñíguez, fue un argumento más para volver a apostar por un 4-2-3-1.

Pero ese cambio no tuvo tanto efecto como el primero. El Oviedo no ha conseguido la regularidad que sí tuvo durante las diez jornadas seguidas que estuvo sin perder con el sistema de cinco. Las dos últimas derrotas (Valladolid y Numancia) han hecho plantearse a Anquela la necesidad de volver a dar un cambio de dirección. Recuperar el viejo sistema. El equipo azul volvió ayer a entrenarse con cinco defensas. La idea es recuperar en los carriles a Mossa y a Diegui, futbolistas que fueron protagonistas en la buena racha. Y formar con los tres centrales conocidos: Carlos Hernández, Forlín y el insustituible Christian Fernández.

Anquela estuvo cerca de hacer este cambio ya en el encuentro que los azules perdieron (3-0) el domingo ante el Numancia. Mossa y Diegui Johannesson salieron de inicio, pero el valenciano formó como centrocampista y desplazó a Saúl Berjón a la derecha. El damnificado del experimento fue Fabbrini, un jugador que aporta cosas al equipo pero al que le está costando tener una regularidad tras su grave lesión en el inicio de la temporada.

La suplencia de Fabbrini el domingo puede ser también una pista de que Anquela quiere volver a empezar y apostar por lo que mejor le ha funcionado esta temporada, ahora que restan cinco jornadas y que cada partido puede ser el definitivo. El único actor nuevo en el reparto de este clásico sería Mariga. El keniano parece haber cogido algo de ritmo y fue de lo más estimable en el partido de Soria. La presencia de Mariga saca de plano a Rocha, un jugador que esta temporada ha rendido a buen nivel en el Oviedo pero que ahora ha perdido su papel protagonista. No se descarta, sin embargo, el concurso del extremeño. Tampoco Aarón Ñíguez está en su mejor momento, pero todo hace indicar que Anquela va a apostar por él hasta el final, sabedor de que es un jugador que puede resolver un encuentro a balón parado. El ilicitano formaría por la derecha y el irremplazable Saúl Berjón por la izquierda, con Toché en punta. Un dibujo que llevó al Oviedo a sumar 24 puntos entre las jornadas 17ª. y 26ª.

Otra de las claves para que este sistema funcione es la presencia en el centro de la zaga de Forlín. Todo funciona mejor cuando está el argentino. Los despistes que cometieron los zagueros en Soria son difíciles de imaginar estando Forlín. El domingo (16 horas) ante el Lorca, equipo descendido ya a Segunda B, Anquela podría volver a un dibujo que consiguió que el Oviedo se metiera en puestos de play-off de ascenso a Primera. Esta vez el cambio debe ser el definitivo.