El primer paso es fijar las normas. Santi García-Barrero, exjugador del Oviedo en los 80 que hoy hace de seleccionador de su particular mejor once azul de la historia, se autoimpone algunas normas. La primera, jugadores asturianos o canteranos. La segunda, que hayan jugado en Primera con el Oviedo. A partir de ahí se valora el número de temporadas y si han sido internacionales. ¿Y los jugadores que no ha visto jugar? ¿También se incluyen? "Tampoco he visto nunca a Nelson Mandela y le admiro mucho", contesta con chispa.

Esas condiciones le sirven al exjugador para configurar un equipazo. "Los de la tierra jugamos muy bien al fútbol. Con este equipo estaríamos en Europa", defiende. "Tengo tres perros de presa atrás -Toni, Tensi y Juan Manuel- y dos flechas por las bandas con Berto y Uría. Y arriba, Herrerita, tan dinámico como Raúl pero más fuerte y rematador", razona. El equipo asturiano resultante es el formado por Viti; Toni, Luis Manuel, Tensi, Juan Manuel; Berto, Falín, Uría; Oli, Herrerita y Emilin. Con la rabia de dejar a otros jugadores fuera, García Barrero se atreve con el banquillo: Esteban, Carrete, Vili, Vicente, Paquito, Prieto, Jaime y José María.