El éxito de las peñas, puestas en entredicho esta semana por los problemas para encontrar entradas para León, es incontestable. Los trenes fletados por la APARO para viajar a León fueron una muestra de orden y oviedismo sobre ruedas. Muy pronto, a las 10 de la mañana, partió el primer convoy destino León, seguido minutos después por el segundo, que transportaba a Symmachiarii, la peña más animosa de la afición. El madrugón no fue un problema para que los hinchas animasen como locos en los trenes. Los aficionados, un total de 500, entre peñistas y gente por libre, se encargaron de animar el viaje. La peña Siempre Campa, la Cadillac Azul y la peña Riosa fueron de las más marchosas en el primer tren de la expedición. El ambiente familiar, típico de las peñas, destacaba sobre todo en el primer convoy. Las opciones del Oviedo para jugar el play-off eran la comidilla en las conversaciones de los aficionados.Calculadoras en mano. "Lo veo complicado, pero ahí estaremos", decía Pablo Suárez, de Siempre Campa. Ángeles Fernández, también de la peña Campa, que acertó el resultado del derbi en el Tartiere, aventuraba un 1-3 para el Oviedo. Jose María Gómez, que también que iba en el primer tren, vislumbraba un play-off contra el Sporting. "Sería apoteósico". El primer convoy llegó a la estación de León sobre las 12 de la mañana y el desembarco en la ciudad fue de época. Todo el mundo cantaba el himno del Oviedo y hasta el personal de la estación alucinaba con los gritos de la afición. Veinte minutos después llego el convoy 2, con Symmachiarii a la cabeza. La estampa cambió radicalmente tras el partido, en el viaje de vuelta. La decepción se hacía notar entre los aficionados, de nuevo con otra desilusión mayúscula. Hubo cabreo y silencio en el tren de vuelta después de otro revés del Oviedo, el definitivo, el que le deja sin opciones.