Aunque Anquela siempre insiste en que las notas se ponen al final, quiso valorar la temporada de sus muchachos a falta del último partido, mañana ante el Huesca. "Yo he oído la palabra fracaso y creo que la han utilizado muy gratuitamente. Dije que las notas se dan a final de temporada, el último día, y yo las divido en dos cosas: en lo real y en lo que se quiere conseguir. En lo primero hemos cubierto un año bastante aceptable, de fracaso nada. Desilusión si, fracaso no. Nosotros queríamos estar allí arriba y ascender, porque este equipo siempre ha tenido esa mentalidad. Que podamos ya es otra historia, y creo que mi equipo ha dado todo. Hemos hecho todo lo que podemos, y en algunas fases de campeonato mucho más, el que lo quiera ver, que lo vea", recalcó Anquela de forma rotunda.

La palabra fracaso molesta especialmente al técnico: "A mí me da igual que me la apliquen, pero no a los que están en la oficina trabajando todos los días y dejándose la vida.

La palabra fracaso me llega al alma, porque la dicen gratuitamente... y nos queda un día (mañana ante el Huesca) que a lo mejor viene la suerte y tenemos un folio debajo de la mesa con las preguntas como en los exámenes...".

Si admite el entrenador que la situación del Oviedo para la última jornada no es la deseada, dependiendo del resultado de otros tres partidos para poder entrar en el play-off. "Eso hemos estado pregonando durante todo el año, trabajar hasta el último minuto del último partido y haber lo que pasa. Hemos estado en mejores condiciones que las que tenemos el domingo, pero estamos en lo que hemos dicho desde el inicio de temporada", apuntó. Quiso sacar las garras y defender a sus futbolistas. Por ganas, según él, no ha sido. "Nosotros vamos a pelear con todo el mundo y con toda la ilusión. Estamos aquí a base de competir. Y yo claro que estoy desilusionado. Lo hemos dicho muchas veces, este equipo está cogido con pinzas, con alfileres".