Linares disputó ayer el que puede que sea su último partido como futbolista del Oviedo. Termina contrato el 30 de junio y el club deberá tomar una decisión sobre su futuro. Ante el Huesca puede haber puesto el punto final a cuatro años de entrega, profesionalidad y goles en un club en el que encajó desde el primer día. Y lo hizo celebrando otro gol, el 10.º de su cuenta particular que le sitúan esta temporada como el anotador más prolífico de los azules. Tras fallar un penalti, el aragonés sí acertó de cabeza en la segunda mitad. Fue despedido con una ovación.