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Estamos volviendo

Voy a contradecir a Anquela. Lo siento por el andaluz, pero la temporada del Oviedo sí que ha sido un fracaso, consumado ayer pese a morir más a la orilla que nunca, pero que se veía venir desde hace jornadas. A un mísero gol de la Cultural. Nadie le quita al jienense que esta ha sido la mejor temporada desde el regreso de los carbayones al fútbol profesional, por encima de lo firmado por Hierro y Generelo (perdón). Así que gracias por lo que le toca a Anquela, porque, al final, el equipo sigue creciendo y afianzándose en una división complicadísima, pero la decepción es enorme otra vez.

A lo que íbamos, este año la temporada es un fiasco por múltiples razones. Aunque, les recomiendo que lleguen hasta el final porque no todo es malo.

Primero. Por lo más evidente, porque el equipo ha vuelto a quedarse a las puertas de jugar el play-off. Aunque ayer por la noche lo rozáramos con los dedos, el Oviedo ha fallado múltiples oportunidades para dar el paso definitivo. La gran mayoría de ellas fuera de casa, con algún que otro resbalón incluido en el Tartiere. En muchas de ellas con partidos tediosos en los que el equipo no llegó ni siquiera a tirar a puerta.

Segundo. Porque el ataque del club carbayón ha sido calamitoso, fruto más que probablemente de una negligencia en la planificación deportiva. Recuerden que el revulsivo para la línea de ataque que se trajo en invierno, Olmes, no ha llegado a debutar, y que otra de las apuestas, Owusu, tuvo que volver a Segunda B en enero por razones evidentes.

Tercero. Porque la ilusión se infló desde el propio club, probablemente como una estrategia de marketing, y esta temporada se volvió a vender que esta era una plantilla llamada a estar arriba y pelear por el play-off. Con unos de los carnets más caros con la excusa de hacer un equipo competitivo, por cierto. Pero, al final, la afición va a tener que ver las eliminatorias por la tele.

Cuarto. Porque, al final, entrar en play-off no ha estado tan caro como se nos ha hecho creer. Hay equipos con peor plantilla que la del Oviedo que se han metido. Aunque claro, esto es subjetivo. Pero la mayor diferencia entre esos equipos y el nuestro sea probablemente la delantera.

Así que solo queda aprender de los errores, y, la temporada que viene, habrá que confiar en los de Anquela, y en Anquela, otra vez. Ciegamente. Porque si de algo sabe este equipo es de levantarse más fuerte que nunca. Estamos volviendo.

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