El Oviedo no está dispuesto a pagar los 4,8 millones que la tasación encargada por el Ayuntamiento ha cifrado como valor actual de las marcas del club azul. La situación vuele a enquistarse después de las últimas reuniones tras la revelación de LA NUEVA ESPAÑA del informe elaborado por la empresa Dungarvan para el Consistorio, que pretendía darle un valor actual a la marca Real Oviedo como punto de partida para una negociación. La entidad azul, que conoció la valoración a través de este periódico, se mantiene firme en su posición: considera la valoración desmesurada y no entiende un valor por encima de los 3 millones de euros de compra pagados por el Ayuntamiento en 2009.

El Oviedo prefiere no pronunciarse públicamente sobre la tasación, pero mantiene firme su postura de no pagar precios que cree desorbitados por unas marcas que considera que le pertenecen. La versión de la entidad defiende que el precio de partida eran 3 millones y que se debatía sobre las formas de pago. El Oviedo no quiere mantener un alquiler de las marcas, prefiere que ese canon (60.000 euros anuales) se descuente del precio. El Consistorio explicó en ese momento que esa solución encontraba trabas legales y propuso una tasación como punto de partida. El Oviedo considera este trámite innecesario ya que, defiende, se había mostrado favorable a aceptar los 3 millones de euros como precio y solo quedaba por matizar cómo efectuar los pagos. Argumenta, además, el club que el valor de 3 millones señalado en 2009 no era el real y que la mejora en las marcas actual se debe a la gestión de Carso desde su llegaba en noviembre de 2012.

El interés del Oviedo por recuperar las marcas responde a una cuestión de imagen y también al ámbito de patrocinios. El acuerdo para el alquiler tiene una duración de tres años que se va renovando por lo que, argumentan desde el club, un posible contrato de patrocinio que se excediera del plazo de ese alquiler debería contar con el visto bueno del Ayuntamiento. El Oviedo desea tener una libertad total para cerrar acuerdos.

Desde la Alcaldía se reconoció ayer la existencia de la tasación, aunque se matiza que los 4,8 millones de euros incluyen el IVA. En el documento de 36 páginas al que ha tenido acceso LA NUEVA ESPAÑA no se menciona en ningún momento qué parte corresponde a impuestos. La postura mayoritaria en el Ayuntamiento (a excepción de Somos, contrario a la tasación) es que la valoración hecha por la empresa no es vinculante, es solo un punto de partida para iniciar las negociaciones y pone como ejemplo que en la compra de las marcas en 2009, la valoración hecha por la misma empresa era de 3,7 millones de euros y al final se vendió por 3. Además, fuentes cercanas a la Alcaldía defienden que en la última reunión con el club, Jorge Menéndez Vallina, presidente de la entidad azul, anunció que el Oviedo haría su propia tasación, de la que esperan noticias. El club no ha aclarado si va a llevarla a cabo.

"Tenemos la voluntad de que las marcas vuelvan a manos del Oviedo, sin beneficios ni sobrecostes. Estamos dispuestos a alcanzar un acuerdo dentro del marco legal", aseguró ayer el alcalde Wenceslao López. Cristina Pontón, portavos de Izquierda Unida, se situó en una posición similar: "No entiendo el revuelo porque no es una valoración desmesurada. Era un trámite necesario antes de la negociación. El precio no estará por encima de ese límite y no sé si habrá algún problema legal si lo bajamos. Hay que hacer una consulta legal. En cualquier caso, el Ayuntamiento no va a hacer caja con esto", expuso.

La postura municipal admite matices. Somos se desmarca del encargo de la tasación, una iniciativa que atribuye al Alcalde y cuyo resultado conoció a través de ese periódico, y ya ha solicitado una reunión con Wenceslao López para la próxima semana para abordar el tema. "El Alcalde no nos ha consultado para hacer la tasación, no es nuestra decisión", explicó el concejal Rubén Rosón. "No queremos hacer negocio con las marcas", añadió.