La gran apuesta de este verano será la del delantero centro, la prioridad absoluta de la dirección deportiva azul. El Oviedo tres años después, necesita un artillero para lograr el ascenso. La apuesta, la búsqueda de un nueve de garantías que compita con Toché, que este año, debido en parte a una lesión de rodilla, bajó su índice anotador (17 goles en cada una de sus dos primeras campañas por seis esta), llega tres años después del fichaje del murciano por el Oviedo, el último gran delantero que firmó el club, allá por el verano de 2015.

Toché se vistió de azul para apuntalar el ataque de un equipo recién ascendido con aspiraciones. Linares había sido la estrella goleadora el año anterior y la confianza en él seguía intacta, pero se quería buscar otro perfil que asegurase goles. El murciano llegó en julio procedente de Primera, del Deportivo, en lo que fue una apuesta del director deportivo Carmelo del Pozo, ahora precisamente en el equipo gallego. No fue el único delantero que llegó a la capital de Asturias esa temporada. Koné, el deseado por el Oviedo todo el verano, aterrizó en Oviedo en agosto días antes de comenzar la Liga cedido por el Racing, aunque el africano manejaba otros registros que lo alejaban del nueve habitual.

Linares, Toché y Koné, tres delanteros, para apuntalar la delantera en el año después del ascenso. Ese escenario, la convivencia de un trío de puntas, podría ser el panorama elegido por Anquela para lograr ascender el año que viene.

Linares acaba contrato y si sale, a Toché le acompañarán otros dos socios que llegaran a la capital de Asturias. Rodri, de la Cultural podría ser uno de ellos. El futbolista fue ofrecido al Oviedo, que le ve bien como delantero bregador ("va encaminado", dijo ayer su entorno). En el otro hay varias opciones abiertas, porque la llegada de un punta de primer nivel para Segunda, se prevé muy lenta. El mercado no acaba de acelerar y el gol es lo más caro en el fútbol.

Es por ello que muchos de los delanteros más apetecibles para los conjuntos de la categoría de plata apurarán al máximo sus opciones a la espera de ofertas de Primera División, según aseguran varios agentes. Es el caso, por ejemplo, del delantero del filial del Barcelona Marc Cardona, que interesa mucho al equipo azul y tiene más ofertas de Segunda.

Otro de los futbolistas que se ha situado en la órbita del Oviedo es José Naranjo, atacante en propiedad Genk, de la Liga Belga y que ha jugado la última campaña cedido en el Leganés de Primera. El club azul ya se interesó por él en el verano del año pasado y su llegada no se llegó a formalizar cuando apareció en escena un equipo de Primera, el Leganés. Los pepineros tienen una opción de compra sobre el delantero andaluz que no van a materializar. Ahora, Naranjo tiene a "media segunda detrás", según su entorno, y varias ofertas de Primera.

El Oviedo, pues, se toma con calma la llegada de un delantero, sabiendo las circunstancias que rodean a la categoría. Pero el escenario ha cambiado respecto al año anterior. Con Toché promediando 17 goles al año, fichar un delantero no era ninguna urgencia. El año pasado llegó Jonathan Pereira (jugó catorce partidos y metió dos goles), que estuvo a la sombra todo el año de un pletórico Toché y de un Linares que alternó la banda con la posición de delantero. Para la campaña que se avecina (con índices anotadores bajos de Toché y Linares) sí que urge mucho más asegurar el gol, en una categoría en la que, como se vio ese año, han destacado los equipos que tienen grandes delanteros.