En el Oviedo habrá cambios, pero no una gran revolución. A falta de la llegada de más incorporaciones, el equipo carbayón tiene cemento sólido para construir la obra que buscará el ascenso en la 18/19. La idea de la continuidad del proyecto del Oviedo para la temporada que viene no solo afecta al entrenador y al director deportivo, renovados, sino que también se extiende a muchos jugadores que han sido importantes el año pasado y que configuraron la columna vertebral de un equipo que se quedó a un gol en la última jornada (el de la Cultural en Soria) de jugar la promoción de ascenso a Primera. No siempre ha sido así en las últimas temporadas en el Oviedo, un club acostumbrado en los últimos años a grandes revoluciones tras no conseguir los objetivos deportivos.

Las cuentas para la temporada que viene son meridiana: seis titulares incontestables el año pasado; Alfonso, Forlín, Carlos Hernández, Mossa, Folch y Berjón, tienen contrato, son intocables para el club, jugarán en el Oviedo el año que viene y están llamados a volver a ser importantes para Anquela, que ha confiado en ellos sin dudar. No entra en ese listado Christian Fernández, el preferido del jienense en la defensa, que finaliza contrato este mes, y lo esperado es que renueve y continúe en el Oviedo. Aarón y Toché, han alternado la suplencia con la titularidad, pero ambos tienen contrato con el conjunto carbayón y la idea es que sigan, aunque el desarrollo del mercado podría afectar al futuro de ambos.

La continuidad asegurada de varios jugadores del Oviedo difiere con lo sucedido al acabar la campaña pasada, con Hierro (recién nombrado seleccionador nacional) al frente de la nave azul continuaron en el club ocho jugadores de una plantilla de 25 (el meta Alfonso jugaba en el Vetusta): Johannesson, Varela, Verdés, Juan Carlos, Berjón, Toché, Linares y Christian. De ese grupo, únicamente dos, Berjón y Christian, fueron intocables para Anquela al año siguiente (siempre que estuvieron aptos para jugar fueron titulares). También se esperaba la continuidad de Néstor Susaeta, con contrato en vigor y de la cuerda del jienense, pero que finalmente fichó por el recién ascendido Albacete.

Por tanto, es evidente que no habrá una revolución total para lograr el año que viene el ascenso, el objetivo marcado por el club. El continuismo en la plantilla no estará reñido con la llegada de fichajes que eleven la calidad del equipo, sin contar con los posibles refuerzos que puedan llegar desde el Vetusta. Se puede vislumbrar un esqueleto del Oviedo del año que viene yendo línea por línea. Alfonso, asentado en el Oviedo (ayer este periódico desveló que el meta quiere renovar con el club), tendrá la competencia de otro portero que llegará este verano. En la defensa llegará al menos otro central que acompañe a Forlín, Carlos y Christian (si llega al acuerdo esperado). Verdés, con contrato, es uno de los que podría marcharse en verano. Otra posición a reforzar son los laterales, con jugadores a priori de un perfil bajo. Mossa, que ha dado un gran rendimiento este año, partirá con una teórica ventaja de cara a la titularidad este año. A día de hoy, con la salida de Varela, el lateral izquierdo solo tiene su candidatura, aunque Christian, central habitual el año pasado, también puede actuar de lateral. Si Cotugno, con contrato, no sale del club, no se prevén la llegada de otro lateral. En el medio campo ya ha llegado Tejera, que se sumará a Folch, Rocha y Hidi (que no tienen garantizado seguir). Las bandas, solo con Berjón y Ñíguez, tendrán nuevos inquilinos. En la delantera si puede haber revolución. Es la posición clave a reforzar y se prevé un fichaje con vistas a ser titular el año que viene.