El Mundial de Rusia afecta a la planificación deportiva de todas las potencias futbolísticas, que esperan el desenlace del torneo para llevarse a las estrellas más destacadas, pero también influye de forma indirecta en los fichajes de los equipos con aspiraciones de Segunda División, entre los que se encuentra el Oviedo, que el año que viene tiene el objetivo de ascender a Primera.

Al mercado de la categoría de plata- hasta ahora muy lento, ralentizado-, según dicen varios agentes que llevan a jugadores cotizados de equipos españoles, le pilla el llamado "efecto rebote" causado por el Mundial. Es como un dominó. Por un lado, están los equipos de Primera que quieren sacar petróleo de Rusia, cada uno en función de sus posibilidades: los conjuntos más poderosos buscan las estrellas y los modestos las sensaciones desconocidas. Eso tiene una consecuencia directa en equipos de Segunda que aspiran a armarse con descartes de la máxima categoría, que apurarán sus opciones de quedarse en Primera hasta el último minuto del mercado. El gol, lo más caro del fútbol, es quizá lo más sucumbe de este "efecto rebote" que viene de Rusia. Le pasa al Oviedo con Marc Cardona, uno de los máximos objetivos que tienen los azules para apuntalar la delantera el año que viene. El atacante del filial del Barcelona tiene detrás a otros conjuntos de la categoría además de los azules, pero también espera una posible oferta de Primera. El desenlace, pues, está en manos de los tiempos de un mercado de Primera que mira al Mundial. El Oviedo, en este escenario, sólo puede esperar su opción mientras los ofrecimientos siguen llegando al despacho del secretario técnico Ángel Martín González.

El Oviedo, por su masa social, aspiraciones deportivas y buena salud económica es uno de los destinos más apetecibles de Segunda para los agentes de los futbolistas, que ven al club carbayón como el equipo ideal. El mediocentro del Nàstic Fali ha sido uno de los últimos ofrecimientos, aunque el club azul de momento parece valorar otras opciones. De todas formas, el Oviedo sigue todavía pendiente de las bajas de jugadores que tienen contrato, pero no cuentan para el año que viene. Tras el adiós de Linares se espera que en breve se resuelva el futuro de Valentini o Pucko, con los que no se cuenta. Rocha y Verdés, con contrato, no tienen asegurada la continuidad.