A menos de una semana para el comienzo de la pretemporada, el Oviedo tiene dos frentes abiertos claros. Por una parte, la dirección deportiva rastrea el mercado (bastante parado de momento) en busca de alternativas para reforzar la plantilla. Por otra, urge darle vida a la operación salida. Porque aligerar la plantilla también es una prioridad. El club ha sido claro desde el principio con Valentini, Pucko y Verdés, los tres casos más claros: no entran en los planes del técnico y deben buscarse acomodo en otras plazas. También existen las posiciones intermedias. La continuidad de futbolistas como Hidi, Rocha o Cotugno depende de los movimientos del mercado y tienen opciones de salir. En la "operación salida", el Oviedo se enfrenta a un riesgo evidente: en algunos casos el club deberá pagar para rescindir a futbolistas con contrato en vigor.

En esa pelea se encuentra ahora el club azul, con el objetivo de minimizar los costes de las operaciones para salir del Oviedo, lo que repercute directamente sobre el tope salarial. Rescindir los contratos de los futbolistas con los que no se cuenta no resulta sencillo. La solución ideal, la que se busca desde el primer día, es encontrar un club dispuesto a asumir el coste íntegro de la ficha del descarte azul. Pero no siempre se logra. La tardanza en la salida de algunos futbolistas obedece a las dificultades para encontrar acomodo en otros clubes en las mismas condiciones de las que disfrutan en Oviedo. No resulta sencillo dar el paso para salir del conjunto azul. El Oviedo tiene asumido que en la mayoría de los casos se verá obligado a pagar una parte de la ficha para lograr la rescisión del contrato.

Ese es el planteamiento de partida de la mayoría de los futbolistas en la rampa de salida del Oviedo, como reconocen A LA NUEVA ESPAÑA diversos agentes de jugadores involucrados en estas operaciones para rescindir los contratos. Los futbolistas a los que ya se ha dado orden de buscar un destino asumen su salida, pero para finiquitar sus contratos el Oviedo deberá abonarles una parte de su ficha. La cantidad a percibir dependerá de las negociaciones que se llevan en cada caso.

La solución tiene dos lecturas. Por una parte, el club azul se evitaría una parte importante del sueldo del futbolista, lo que significa mayor espacio en el tope salarial para acometer fichajes. Liberar entre tres y cinco sueldos da la posibilidad de pujar con más fuerza en el mercado. Más aún si se mantiene la idea de una plantilla más ligera de efectivos, de unos 22 futbolistas. La otra lectura es que las salidas supondrán un coste a las arcas azules. En la mayoría de los casos, son futbolistas que apenas han contado para Anquela, por lo que su cartel en la competición no es el más sugerente. Esa inactividad del pasado curso pone muy difícil recibir contraprestación por traspaso.

Un caso algo diferente es el de Cotugno. El uruguayo es el futbolista más joven del Oviedo, 23 años, un lateral con proyección que hace un par de años estaba disputando la Liga Europa. La opción de salir parte del propio futbolista, por el que se han interesado algunos equipos extranjeros y españoles, pero aún no hay nada concreto. La idea del jugador es presentarse el lunes que viene con el resto de compañeros para iniciar la pretemporada, pero sus agentes permanecen atentos a las opciones que se abran en el mercado. Si se presentara alguna propuesta concreta para salir, el club estudiaría las condiciones de su marcha.

Siete jugadores del filial harán la pretemporada. La tardanza en hacer incorporaciones hará que el Oviedo se tenga que apoyar en el Vetusta en los primeros pasos de la pretemporada. El club hizo ayer públicos los nombres de los elegidos que trabajarán con el primer equipo: el portero Gorka Giralt; el defensa Prendes; los centrocampistas Edu Cortina, Jimmy, Asier y Viti; y el delantero Steven.

La gran novedad es la presencia de Jimmy entre los elegidos, tras su sensacional campaña con el Vetusta en la que se erigió en una de las claves en el centro del campo de los de Rozada.