El Oviedo acabó ayer en tablas (0-0) su primer ensayo de la pretemporada azul en El Requexón. Fue un partidillo de dos tiempos de media hora que sirvió para ver pequeños detalles de lo que quiere transmitir Anquela a sus pupilos de cara a la temporada que viene. El jienense, aunque no se quiere atar a ningún sistema de juego, parece decidido a formar con un 4-3-3 en esta pretemporada. Esa fue la formación utilizada por ambos equipos en los alrededor de 60 minutos que duró el partido, ante un buen número de aficionados que se acercaron a El Requexón.

A un lado, Champagne en la portería; Mier, Forlín, Christian Fernández y Mossa en la defensa; Folch, Tejera y Aarón en el medio y Ernesto, Asier y Toché en la delantera. Por el otro conjunto formaron Alfonso, Diegui, Prendes Carlos Hernández, Lovato, Cortina, Boateng, Javi Muñoz, Saúl Berjón, Lucas y Steven.

Fue un partido lento, debido sobre todo a la gran carga de trabajo que acumulan los azules, que dejó algún detalle significativo. Como pasó toda la semana en los entrenamientos, Anquela está decidido a apostar por el toque. Insistió mucho durante todo el partido en que sus jugadores sacasen el balón jugado, y en la primera parte las posesiones largas fueron constantes.

Tejera y Javi Muñoz, dos de los nuevos, dejaron buenos detalles técnicos en una tarde en la que destacó mucho Ramón Folch.

Aarón parece acoplarse bien a una posición desconocida para él, al menos la temporada pasada. Anquela lo alineó de interior en la línea de tres centrocampistas. Christian, que el año pasado alternó la posición de central y lateral izquierdo, actuó únicamente en el eje de la zaga.

Toché y Steven, los únicos dos delanteros del Oviedo en estos momentos, tuvieron la pólvora mojada, aunque Alfonso tuvo una intervención de mucho mérito ante el murciano. Por la tarde en El Requexón estuvieron todos los jugadores disponibles menos Carlos Martínez, cargado de la primera semana de entrenamientos, y los canteranos Jimmy, Viti y Borja Sánchez.

El ritmo lento del partidillo, típico de pretemporada, se explica también por el cansancio acumulado de la sesión matutina, porque el jienense quiere un buen juego, pero la intensidad, signo de Anquela, sigue siendo innegociable. Por la mañana los carbayones afrontaron unas durísimas pruebas físicas y musculares en las que los jugadores sudaron la gota gorda bajo un sol abrasador. Los azules, atados unas fuertes cintas, cargaban con peso bajo las indicaciones del preparador físico Marcos Marcen.

El Oviedo terminó ayer su última sesión de trabajo de la semana. Hoy el equipo descansa y mañana los azules volverán al trabajo con dobles sesiones de entrenamiento. El miércoles, a las 18.30 horas previsiblemente en El Requexón, tendrá lugar el primer amistoso oficial de la pretemporada, contra el Vetusta.