Íñigo Pérez tuvo ayer su primer día como nuevo futbolista de Osasuna. El central, natural de Pamplona, pero formado en el Athletic de Bilbao, llega del Numancia avalado por el técnico rojillo, Jagoba Arrasate, con el que coincidió en Soria las últimas tres temporadas. "Tenía claro que de salir del Numancia quería venir al Osasuna, era el único equipo al que quería ir", apuntó el central, de treinta años. "No tuve la opción de vivir el osasunismo desde niño, pero con 13 años es cuando se empieza a crear el ADN rojillo. La oportunidad me llega con 30 años, pero tengo la misma ilusión que los chavales de 15", dijo Pérez. El central, pilar del Numancia en los últimos años, solo tiene buenas palabras para su antiguo club. "Mi única obsesión era salir bien de Soria. El Numancia ha sido muy importante para mí, tanto futbolística como personalmente. Arrasate fue importante en mi decisión, en tres años quedó muy patente su estilo", señaló.