El Oviedo Femenino arranca hoy la pretemporada en las instalaciones Tensi para empezar a preparar una campaña en la que intentará, un año más, el ansiado ascenso a Primera División. El Femenino, con el técnico Pedro Arboleya al frente, le ha dado una vuelta de tuerca a la plantilla, con siete incorporaciones nuevas y trece renovaciones. "Vimos una serie de carencias que intentamos solucionar. Estamos muy satisfechos con las jugadoras que hemos incorporado y tenemos muchas ganas de empezar", asegura Arboleya.

El objetivo del club ovetense es ir poco a poco, pero siempre con la idea de poder disputar el ascenso, que tocaron el año pasado con la yema de los dedos tras caer eliminadas contra el Deportivo en El Requexón. "En verano no le dimos muchas vueltas, solo queríamos detectar lo que falló y cubrir ese déficit. Las que han venido nuevas llegan convencidas de que vamos a pelear por ascender. El primer objetivo del equipo es la fase de ascenso", asegura el técnico. Uno de los grandes fichajes del Femenino este verano ha sido el de la delantera paraguaya Loli, que llega a Oviedo de la Primera División colombiana. "No nos centramos en una sola incorporación. Loli tiene una gran trayectoria, pero tenemos perfiles diferentes que nos pueden dar varias variantes".

La temporada viene con variaciones respecto al fútbol femenino. La Federación Española ha puesto en marcha otra categoría, la llamada Primera División B, para intentar dotar de mayor equilibrio a la estructura del fútbol femenino, que cada año va a más. En Primera juegan seis equipos y en la Segunda 112, y sólo dos de ellos pueden ascender. A partir de ahora, los equipos que se queden a las puertas del ascenso, cómo le pasó al Oviedo Femenino la campaña anterior, no seguirían en Segunda y pasarían a formar parte de la nueva Primera B, que tendrá dos grupos, norte y sur, de 16 equipos. También hay cambio en Segunda, porque por primera vez los mejores segundos podrán disputar el play-off.