El "caso Ibrahima", que tiene al delantero senegalés que quiere el Oviedo retenido de forma insólita en Rumanía a la espera del visado desde hace siete días, podría solucionase en las próximas horas con final feliz para el atacante. En principio, si todo sigue su curso, Ibrahima Baldé no tendrá que recorrer más de 3000 kilómetros por carretera, como se llegó a plantear, desesperado, ante la falta de soluciones para obtener el visado. La cónsul, responsable directa, estaba de baja y el embajador sin dar respuesta, hasta ayer, a los requerimientos del jugador y del Oviedo, que intentó mediar en el asunto a través del secretario técnico del club Ángel Martín González, que se puso en contacto con la Embajada.

El visado que Ibrahima necesita para viajar a España ya está listo. Ayer por la tarde la Embajada española de Rumanía lo tenía preparado, a la espera de que Ibrahima acudiese a la oficina con el pasaporte para poder retirarlo y volar por fin a Madrid, según confirmaron fuentes diplomáticas de España en Rumanía a LA NUEVA ESPAÑA. "¿El futbolista? Puede venir a por el visado cuando quiera en horario de oficina (de 9.00 a 14.00 horas). No sabemos si él es consciente de que lo tiene aquí, intentamos ponernos en contacto con él, pero no contestó. También llamamos al Cluj y no nos lo cogieron", recalcaron esas fuentes, que llegaron incluso a pedir a este periódico que le trasladase al propio jugador que el problema del visado ya estaba solucionado. Momentos después la Embajada mensajeó a Ibrahima, que ya sabe que debe pasarse por las oficinas españolas en Bucarest. Para poner fin a esta situación rocambolesca solo falta ese paso. Que Ibrahima, que reside en Cluj-Napoca, a unos 320 kilómetros de la capital, viaje a Bucarest retire el visado y vuele a Madrid, previo paso de aterrizar en Asturias, pasar el reconocimiento médico y firmar su nuevo contrato con el Oviedo. El borrador del contrato lleva listo hace días, ya que en ningún caso se preveía que Ibrahima iba a estar una semana sin poder salir de Rumanía por problemas burocráticos.

El embrollo ha desquiciado al jugador, deseoso de volar ya a Oviedo, y también a su agente, que nunca se había visto en otra igual, y espera que todo se solucione de una vez por todas. La llegada de Ibrahima, si no hay ningún contratiempo más, parece ya cuestión de tiempo, y no debería pasar de esta semana. El técnico del Oviedo Juan Antonio Anquela está deseoso de poder tener más pólvora en la plantilla. La llegada de Ibrahima es una gran apuesta de Martín González que cuenta con el respaldo del técnico, que estos días no ha parado de preguntar a cerca de la kafkiana situación del delantero. Muchos oviedistas, a través de las redes sociales, llegaron ayer incluso a escribir a la cuenta oficial de la Embajada española en Rumanía para que agilizasen la situación del delantero para que pudiese llegar a Oviedo de una vez.