"Sobre todo quiero que me entiendan, que yo hable y me entiendan". Juan Antonio Anquela, entrenador del Oviedo, lo dejó claro el pasado 15 de julio: prioritario en los fichajes que hablen castellano. La temporada anterior, la primera suya en el banquillo azul, había tenido lidiar con nueve nacionalidades y futbolistas que, de castellano, sabían lo justo como Yeboah, Hidi, Mariga o Fabbrini. Ninguno de ellos estará el próximo curso en la plantilla azul. A cambio, han llegado al equipo carbayón, de momento, siete refuerzos con dos cosas en común. Una: que todos hablan castellano, bien porque es su lengua materna bien porque han pasado tiempo en España. Y dos: todos, salvo el panameño Yoel Bárcenas, conocen el fútbol español y han jugado en Primera o Segunda División.

El Oviedo, pues, ha aprendido la lección. Y la ha aplicado. De una apuesta fuerte por el mercado foráneo y por futbolistas sin bagaje en España ha pasado a incorporar a jugadores con conocimiento del fútbol español. En mayor o menor medida, pero con conocimiento del fútbol español. De momento, van siete refuerzos y seis de ellos tienen amplia experiencia en el balompié patrio. Champagne jugó en un equipo de Primera el año pasado (Leganés, con gran actuación en Copa en el Bernabéu), Carlos Martínez llega de la Real Sociedad, Tejera jugó en el Nástic en Segunda y con el Mallorca en Primera, Boateng lo hizo en el Melilla en Segunda B (pero llegó a debutar en Primera División con el Granada), Javi Muñoz destacó el año pasado con el Lorca en Segunda e Ibrahima acumula experiencia en Primera con el Atlético y Osasuna y en Segunda con el Numancia. El único que tiene su hoja en blanco en España es Yoel Bárcenas, que llega de México y su única incursión en Europa fue un periodo de seis meses en Croacia.

Sin contar a Pucko, Hidi y Valentini , que no se cuenta con ellos y saldrán del Oviedo, y a falta de los nuevos refuerzos, todos los integrantes actuales de la plantilla hablarán castellano. El año pasado no era así. Pasaron por el vestuario azul nueve nacionalidades distintas (España, Argentina, Uruguay, Kenia, Hungría, Eslovenia, Ghana, Italia y Colombia) y cinco futbolistas que llegaron con dificultad para entender el castellano: Hidi, Yeboah, Owusu, Mariga y Fabbrini. Alguno de ellos, incluso, apenas pasó por la sala de prensa. Esta temporada, de momento, descontando a los tres citados futbolistas que están en la rampa de salida, conviven en el vestuario azul cinco nacionalidades (España, Argentina, Ghana, Senegal y Panamá) y todos se entienden. Como pedía Anquela.