El asturiano Santi Cazorla, canterano del Oviedo, fue presentado ayer oficialmente como nuevo jugador del Villareal ante casi cinco mil espectadores en lo que fue un acto digno de una estrella, con llegada del mediapunta en cápsula de cristal incluida, acompañada del popular mago Yunke.

El de Lugo de Llanera regresa al fútbol después de dos años alejado de los terrenos de juego por hasta ocho operaciones. El Villareal, donde jugó el mediapunta, confía en que Cazorla vuelva a ser el jugador que maravilló al fútbol español. También confían los aficionados, ya que casi cinco mil hinchas del Villareal coparon el Estadio de la Cerámica para desearle suerte al asturiano. "Daré todo lo que pueda para poder estar al máximo nivel. Tengo que disfrutar el momento. Soy exigente y quiero seguir mejorando. No me sirve conformarme. Tengo margen de trabajo. Aún tengo unos dolores y quiero quitarlos y estar mejor. Creo que puedo mejorar mi nivel de cara al futuro", dijo Cazorla.

Cazorla se mostró muy agradecido al Villareal y a su afición: "Solo por este momento ha merecido la pena el sufrimiento que he pasado. El Villareal es un ejemplo en como hace las cosas el presidente, el club...Me he emocionado porque son muchas sensaciones y recuerdos. Y ojalá siga haciendo cosas bonitas como hice en el pasado", afirmó el asturiano. Cazorla, tras estar a prueba en pretemporada con los amarillos, firma con el Villareal una temporada con opción a otra más: "Daré todo lo que esté en mi mano", remató.