Con nueve días por delante para el debut liguero del Oviedo ante el Extremadura y a falta de algún refuerzo más que apuntale el equipo, hay conclusiones evidentes que se pueden sacar sobre la plantilla del Oviedo que luchará por ascender a Primera División la temporada que viene. Un pequeño análisis jugador por jugador permite vislumbrar la convivencia de diferentes perfiles de futbolistas en cada línea del equipo azul. La variedad-física, de condiciones técnicas o incluso de edad-, abunda en la plantilla que ha configurado Ángel Martín González, siempre con la aprobación de Juan Antonio Anquela. El jienense, como pidió, tiene futbolistas "que le entiendan" y también bastante donde elegir.

La pluralidad empieza bajo palos. A un lado Alfonso, meta joven (24 años), no especialmente alto (1,83) pero con muchísima agilidad en la portería. Al otro Champagne, veterano (33 años), con gran corpulencia (1,88), que le permite ser una garantía en los balones aéreos. Dos perfiles antagónicos para un solo puesto; rompecabezas para Anquela, que también tiene donde escoger en la defensa. De momento hay tres centrales, Forlín, Christian Fernández y Carlos Hernández. Los tres, con perfiles opuestos, fueron indiscutibles el año pasado y, si Anquela opta por defensa de cuatro, uno se quedará fuera. Forlín es un seguro al cruce y organizando la defensa; Christian es pura intensidad y Carlos un central que impone. En los volantes ocurre parecido, con Diegui y Carlos Martínez. El canterano, nuevo capitán, es el perfil ofensivo. Diegui es la alegría en ataque con un largo recorrido por la derecha. Carlos, en cambio, guarda más el sitio y aporta en el juego aéreo. Mossa, por la izquierda, lateral con mucha presencia ofensiva, pero que tampoco suele sufrir en defensa, en principio únicamente tiene la competencia de Javi Hernández, del Vetusta, una vez que Christian parece ser central. El centro del campo tiene cuatro actores. Folch, único pivote puro; Tejera y Muñoz; organizadores con buen trato de balón y Boateng, con mucha presencia física. La delantera, a la espera de un tercer socio, tiene a un puro rematador de área como Toché y a un "tanque", experto en aguantar balones, como Ibrahima. Se busca un delantero más rápido, como Joselu, que cerraría el ataque.