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Anquela, el motivador

El técnico azul estimula a diario a sus futbolistas con frases con retranca, con mucho éxito entre los aficionados en El Requexón

Anquela, el motivador

Los entrenamientos de Juan Antonio Anquela en El Requexón suelen ser un espectáculo, sobre todo en lo verbal. El técnico, que ha destacado allá donde ha ido por sacar el máximo de sus futbolistas, es un experto en la motivación. Le gusta al jienense que todos estén metidos en el fútbol y que vivan los entrenamientos casi como un partido. Y lo suele conseguir, vista la intensidad con la que se suele entrenar el Oviedo.

Anquela utiliza frases con retranca, muchas que a veces causan verdaderas carcajadas en El Requexón y que han sido un auténtico signo de identidad en el mes que ha durado la pretemporada azul. "¿Voy voy? ¡Boy Boy es el hijo de Tarzán", le soltó hace días el técnico a Carlos Martínez, que había gritado por un balón. Los compañeros casi no podían aguantar la risa. Otra de las obsesiones de Anquela este verano ha sido la táctica. Al jienense le desesperó enormemente que los jugadores no utilizasen las bandas. "¡A la raya! a la raya!" se escucha muchas veces al jienense, en referencia a la línea de cal. Uno de los jugadores que más "sufren" a Anquela es sin duda Diegui. Él: "¡Dieeeegui, vaya centrito!", dirigido al canterano, ha sido otro de los clásicos veraniegos de Anquela en El Requexón. El lateral, que por su carácter se toma muy bien las motivaciones del técnico, es uno a los que más anima Anquela en las sesiones de entrenamiento. Al técnico no le gusta nada la lentitud en la circulación del balón: "Se nos hace de noche, chavales, somos muy pero que muy previsibles"; "Como sigamos así nos ven la cara". El ghanés que fichó este año, Boateng, es otra de las dianas habituales de Anquela. El jienense muestra mucha confianza en sus posibilidades en los entrenamientos y lo anima a mejorar: "¡Éste es mi negro, éste es mi negro!", voceó hace poco después de un buen gol del centrocampista.

El espectáculo cacofónico en El Requexón se multiplica cuando, como ayer, coinciden en un espacio cercano Anquela y Javi Rozada, el entrenador del Vetusta, que parece incluso más apasionado que el jienense en lo que a motivar se refiere.

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