El Oviedo, invicto en tres jornadas, con buenas sensaciones en el juego, cinco puntos tras dos salidas complicadas (Córdoba y Cádiz), tiene el reto de mejorar sus registros defensivos y de paliar los errores que pueden costar goles. Lo dijo Anquela la semana previa al Carranza, en la que el técnico ensayó muchos ejercicios defensivos en El Requexón y lo reafirmó tras el empate ante el Cádiz, dejando bien claro que la defensa es cosa del "equipo en conjunto y no solo de la línea de atrás". Los azules, con cuatro goles en tres jornadas, salen a más de un gol por partido recibido, las mismas cifras que el año pasado a estas alturas. Porque el Oviedo, curiosamente, cuadra exactamente los mismos tantos en contra que el año pasado, 4 aunque por entonces tenía un punto menos y ya había mordido el polvo, en la primera jornada ante el Rayo en el Tartiere. Otro dato que llama la atención en la comparativa de tres jornadas es lo que les costó a los azules lograr la primera victoria fuera de casa el año pasado, a diferencia de esta.

En el primer año de Anquela los carbayones, con una plantilla renovada, como ahora, ganaron un partido en sus tres primeros encuentros, fue contra el Reus en el Tartiere (3-0). Pero, aunque puntuaron en la primera salida lejos de Asturias, en la segunda jornada ante el Almería en los Juegos del Mediterráneo (1-1), tardó hasta ocho partidos en cantar bingo fuera de casa y llevarse los tres puntos. No fue hasta diciembre, en Lorca, 0-2 para los ovetenses con goles de Rocha y Linares. La campaña anterior, además, había arrancó con los fantasmas de fuera de casa de la 2016-2017 (solo 17 puntos en 22 salidas), con Hierro en el banquillo azul. Una comparativa de las tres primeras jornadas de este campeonato con el del malagueño permite apreciar las diferencias entre las propuestas de Hierro y Anquela. Con el exseleccionador como entrenador, el Oviedo llevaba cuatro puntos a estas alturas (una victoria, un empate y una derrota). Hierro, que apostaba fuerte por el juego defensivo, logró que al Oviedo solo le anotasen un gol en tres jornadas (ante el Valladolid), cinco menos que los que lleva ahora el Oviedo.

Con Egea, en el año del regreso, el Oviedo tenía cuatro puntos y había concedido 5 goles en contra en tres partidos, uno menos que en los dos años de Anquela. Aunque el Oviedo, con el argentino, en su primera salida cayó ante el Alavés (2-0), que luego ascendería a Primera División.

Mismos registros ofensivos que el año pasado. El Oviedo no solo ha concedido los mismos goles en tres jornadas que el año pasado, sino que también clava las cifras anotadoras del primer año de Anquela: seis goles. Lo positivo para el Oviedo este año es que los tantos logrados han dado más puntos y han servido para lograr ganar fuera de casa, la asignatura pendiente en años anteriores.