El Oviedo regresó esta mañana al trabajo en El Requexón después de la dura derrota de ayer ante el Zaragoza en el Tartiere (0-4). La plantilla azul se ejercitó primero en el gimnasio y luego saltó al campo de entrenamiento para realizar una suave sesión preparatoria pensando en debut en Copa del Rey, el martes frente al Mallorca. Carlos Hernández fue el único ausente de los jugadores disponibles del primer equipo y Christian Fernández se retiró al vestuario antes que el resto de sus compañeros. El Oviedo prepara ya la Copa.