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Cuatro armas para tres puestos en el Oviedo

Folch, ensalzado por Anquela, es fijo como pivote defensivo, y el entrenador deberá elegir a sus dos acompañantes - La recuperación de Sergio Tejera abre el abanico de opciones para formar el medio del campo de los azules

Cuatro armas para tres puestos en el Oviedo

Folch es el ingeniero, el que encuentra la vía correcta. Tejera pone la zurda al servicio del equipo, una garantía en la construcción. Javi Muñoz elimina líneas defensivas con pases verticales. Boateng juega en todos lados y aparece en cada esquina del campo. Los cuatro pivotes al servicio de Anquela le ofrecen al técnico soluciones diferentes, alternativas al juego para que el equipo crezca desde el medio. Porque esa es la premisa de este Oviedo: el centro del campo manda. Para bien y para mal. Se vio en Lugo, con los pivotes azules imponiendo sus reglas a Pita y Seoane; y se comprobó una semana antes contra el Zaragoza, cuando la tela de araña de Idiákez inmovilizó a la medular. Con la probable recuperación de Tejera, a Anquela se le plantea un problema: ¿Quién de los cuatro medios saldrá del once? Bendito problema.

Folch, indiscutible. La titularidad de Ramón Folch parece garantizada. Le avala su contribución de la temporada pasada y las palabras de Anquela que, en Lugo, llegó a compararlo con Paolo Maldini. Folch es "la sangre" de este Oviedo y el que mejor se adapta al rol de pivote por delante de la defensa, el que está atento a que todo funcione correctamente. Es el medio que mejor porcentaje de acierto en pases en el medio del campo azul tiene, un sobresaliente 96,8% de envíos buenos. Y el que menos pases ha fallado hasta ahora, con 14. Cuando se asoma al área rival también lleva peligro: es el único de los pivotes que ha dado una asistencia de gol, la de Joselu en el 0-1 de Lugo.

Tejera se adapta a los dos roles. Contratado en verano como la gran esperanza para dar un salto de calidad al centro del campo, venía avalado por su fama como pivote ofensivo, con capacidad para crear y pisar el área contraria. La lesión de Folch en el inicio hizo variar su función. Tejera se convirtió en pivote posicional y destacó hasta el golpe del Zaragoza. Es el pivote que más balones ha tocado (244) y el que más faltas ha provocado de los rivales (12). El regreso de Folch le hará regresar a su posición natural, con más libertad. Ahí puede lucir su clarividencia en los metros finales, como demuestra el hecho de que sea el centrocampista con más pases en el tercio final del campo, 59.

Javi Muñoz, toque y llegada. El Lugo, donde no mostró su mejor versión en la construcción, sí lució una de sus características más demandadas, la facilidad para atacar el arco rival. El 0-2, con ese toque de primeras a la red, es un buen ejemplo. Javi Muñoz crece al contacto con la pelota (es el pivote que más pases exitosos ha dado, 132) y eleva su influencia en los metros finales: es el que mejor porcentaje de pases buenos ofrece en el campo del rival, con un 76,4%. A pesar de su rol ofensivo, es el centrocampista que más balones ha recuperado hasta ahora, con 32.

Boateng, un poco de todo. El pivote más difícil de definir es Boateng, un medio con físico de fondista y capaz de adaptarse a diferentes perfiles. Intenta pisar el área rival. Ha puesto cuatro centros al área, el integrante de la medular más insistente en este campo, y ofrece el mejor porcentaje de disparos entre los tres palos: el 50% de los intentos van a puerta. También destaca en las labores de contención: con 10, es el medio que más disputas aéreas ha ganado hasta ahora. Ha sido indiscutible en lo que va de campeonato en los planes de Anquela, a pesar de llegar desde Segunda B.

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