La expansión del Oviedo en China vivió una intensa aceleración en 2015, en medio de una de las ampliaciones de capital impulsadas por Carso. La cadena nacional china CCTV5 emitió un reportaje sobre el Oviedo, con el gancho de Juan Mata, explicando los pasos a seguir para adquirir una acción. La ventana publicitaria, el programa se emitía en "prime time", fue impagable en un país que supera los 1.300 millones de habitantes: el Oviedo anunció entonces que en un solo día había recibido solicitudes de más de mil chinos para hacerse socios. Desde entonces, el Oviedo, club global, tiene presencia en China: su asociación de seguidores en el país asiático supera los 1.500 miembros.

Mucho antes de este "boom" apoyado en las redes sociales, hubo una persona que marcó el camino. Fong Ching Tsui, nacido en Hong Kong, se convirtió en julio de 1984 en el primer socio "chino" del Oviedo.

Fong trabajaba como cocinero en el restaurante ovetense Chuang Ewua en los 80 cuando el fútbol le tendió un cable para la integración. Cada fin de semana, el seguidor se las ingeniaba para escapar del restaurante y seguir los partidos del Oviedo. Vio todos los de la campaña 83/84 pagando su localidad. En su lugar de trabajo, Fong exhibía en su gorro una insignia del Oviedo. Tras los primeros meses de flechazo, se convirtió en el abonado 9.182, asiento 139, fila 7.

La noticia fue recogida por LA NUEVA ESPAÑA. "Un chino, socio el Real Oviedo", lucía el titular. Y se incluían las pertinentes declaraciones de Fong. "El año pasado no me perdí ni un encuentro y fui también a los del Oviedo Aficionados (el filial)", se justificaba. Incluso mostraba síntomas de su rivalidad con el Sporting. "No conozco Molinón, a mí solamente gustarme ver Real Oviedo", reproducía el reportaje.

Hoy, 34 años después, Fong Ching Tsui guarda un recuerdo imborrable de su enamoramiento con el club azul. "Recuerdo que muchas veces tenía que salir corriendo de los partidos para llegar al trabajo. Pero merecía la pena: se veía una atmósfera muy bonita. Cuando el Tartiere celebraba los goles era algo increíble", explica Fong, vía correo electrónico con la ayuda de su hija Ka Po Tsui. "Cuando me sentaba cerca del campo podía escuchar hasta la respiración de los futbolistas", prosigue su descripción.

Lo del primer socio chino del Oviedo admite matices ya que entonces, 1984, Hong Kong pertenecía al Reino Unido. Pero es el propio Fong el que abraza orgulloso el lema publicado en su día: "Es un honor para mí haber sido el primer socio chino en la historia del Real Oviedo".

De su etapa como habitual del Carlos Tartiere conserva varios recuerdos intactos. Uno de ellos era el de sus futbolistas favoritos. Eso no se olvida. "Me gustaba mucho el capitán, el número 3 del equipo: Vili. Era un gran defensor, con una actitud correcta siempre. También el portero, Viti. Siempre tenía una gran parada por partido", comenta.

Fong vivió siete años en España, cuatro en Oviedo y tres en Tarragona, antes de regresar a su país. Continúa ejerciendo como chef, aunque le queda poco para jubilarse. Su reencuentro con su pasado azul se dio cuando hace un par de meses el Real Oviedo recordó en su web su historia. "Me sorprendió que me recordaran. Me trajo de vuelta todos los grandes recuerdos, toda la buena gente y su hospitalidad", subraya. "En los últimos años sigo al Oviedo en la distancia, a través de internet. Tengo esperanzas de que este año logre el ascenso a Primera", añade, optimista. Y culmina: "Mi equipo favorito sigue siendo el Oviedo, sin ninguna duda. Apoyaré y amaré al equipo siempre. Hoy en día el fútbol es muy comercial, todo se basa en el dinero. Ojalá los aficionados y los futbolistas amaran tanto a su equipo como se hacía hace años".

Mientras Fong habla orgulloso de su gesto, el oviedismo sigue expandiéndose por Asia. La Asociación de Aficionados Chinos del Real Oviedo cuenta en la actualidad con más de 1.500 miembros y avanza gracias al trabajo desinteresado de gente como Chen Yaoyi (que antes de la proliferación de las redes sociales creó una web en chino sobre el club) o Jin Miao. El club también ha sabido aprovechar el tirón, como hizo con la visita institucional en marzo de 2016 o con la creación de un perfil en Weibo, la principal red social allí, cuando solo algunas entidades de Primera la tenían.

A Fong eso le suena lejano. Él se queda con su Oviedo, el de Vili y Viti. El del viejo Tartiere. Y con un objetivo en mente: "Volver a Oviedo y ver un partido en el nuevo estadio con toda mi familia. Es mi sueño de los últimos 30 años. Quizás cuando me jubile?".