El Oviedo apuesta esta campaña por el fútbol control y el buen juego, gracias a la llegada de futbolistas que han aumentado la calidad del grupo, como admiten abiertamente desde el club y también desde el vestuario carbayón. Esa tendencia a controlar el juego se plasma en el esquema de tres centrocampistas, novedad clave para este curso de Juan Antonio Anquela, técnico del Oviedo. No obstante, el entrenador azul, como ha dicho en repetidas ocasiones, no se cierra a un sistema y por lo visto hasta ahora en Liga, al Oviedo le van más los fogonazos que el dominio. Lo demuestran los datos, que deslizan que los de Anquela ganan en los encuentros que tienen menos el balón que su rival. No es lo que pretende el jienense, que pone mucho ahínco en que sus jugadores sean protagonistas, pero tampoco le desagrada al entrenador que su equipo maneje varios registros dependiendo de las circunstancias de un encuentro.
En la convincente victoria ante el Lugo el pasado domingo ante el Anxo Carro (0-2), la segunda de la temporada y el primer encuentro en el que el Oviedo dejó la portería a cero, la sensación de superioridad azul fue clara, pero el balón, curiosamente, fue de los locales: el Lugo lo tuvo durante el 57,4% del encuentro. No es algo que le importara especialmente al Oviedo, ya que las ocasiones claras fueron azules, con hasta 7 remates a puerta por solo 2 del Lugo. El guion del partido en tierras gallegas no distó mucho de la otra victoria de la temporada, en Córdoba en la segunda jornada (2-4). Otra vez el Oviedo perdió la posesión e incluso el Córdoba sumó el doble de remates (20), pero los de Anquela optaron por el galope con un entonado Bárcenas y se llevaron los tres primeros puntos.
Ante el Elche, el próximo domingo en el Tartiere (16.00 horas), el Oviedo buscará la primera victoria en casa con el plan de ser protagonista inalterado. El 4-3-3, de momento, no se negocia, y los azules saldrán a mandar en el Tartiere ante su afición. Ese plan, mandar con el balón, lo ha llevado a cabo el Oviedo en los dos encuentros en casa, con poco éxito en el marcador. Ante el Extremadura, en la primera jornada de Liga (1-1), el fallo fue la puntería. Porque el Oviedo no tuvo el balón en balde, sino que creo ocasiones de sobra para ganar el partido y los extremeños aprovecharon la única ocasión que tuvieron para sacar un punto (el mayor botín que han pescado hasta ahora en la temporada) en el Tartiere. Los azules tuvieron un 60% de posesión ese encuentro, la cifra más alta hasta ahora de toda la temporada y acumularon 18 remates (siete a puerta). Ante el Zaragoza, en la dolorosa derrota (0-4), el Oviedo tuvo algo menos el balón que el día del Extremadura (58%), pero también ganó la posesión. Un dominio estéril del cuero que no impidió la superioridad táctica del Zaragoza y la amplia goleada, como admitió Anquela, visiblemente enfadado, en su valoración posterior al encuentro. El reto es ahora crecer en casa y que el control de balón se materialice en victorias. Próximo ensayo, ante el Elche en el Tartiere.
