Sectores de la hostelería de Alcorcón, una ciudad de ronda los 160.000 habitantes, a 13 kilómetros al sur de Madrid, no ven con buenos ojos el precio para el Alcorcón-Oviedo (30 euros), que provoca que muchos aficionados azules no viajen al municipio alfarero y en consecuencia los bares de la zona, repletos de hinchas años anteriores cuando viajaban los carbayones, no vayan a mostrar su mejor aspecto el domingo. "Si queremos que la ciudad crezca en el aspecto deportivo, el planteamiento del Alcorcón con los precios peca de avaricioso. La ciudad pierde en ambiente, en visibilidad, y por tanto también nuestro negocio", asegura José Luis Domínguez, que regenta el bar "Lis", que está muy próximo al estadio de Alcorcón y que el año pasado se abarrotó de aficionados del Oviedo.

Domínguez, socio del Alcorcón, es muy crítico con la política de su equipo. "Estos partidos potentes, en una ciudad como la nuestra, se notan mucho en el ambiente. Si la ciudad quiere crecer este no es el camino. Nosotros nunca llenamos el estadio, y lo digo yo que soy socio, y partidos como este son ideales para potenciar que la gente acuda al campo", finaliza el hostelero.