El aumento en la presión que Anquela quiere en los suyos tiene un buen ejemplo. Porta el número 22 y, ocho jornadas después de que la competición echara a andar, va camino de ganarse al Tartiere. Ayer se vio un buen ejemplo: Joselu recibió al término del entrenamiento el galardón al mejor futbolista del Oviedo en septiembre. Lo hizo gracias a los votos de los aficionados. Lo hace por su acierto ante el arco rival (dos goles hasta la fecha) y, especialmente, por su despliegue en el campo. "Cuando llegué a Oviedo los veteranos me dijeron que aquí la afición pide muy poco: solo que te dejes el alma en cada acción. Es algo que no negocio como futbolista", explicó el nueve.

Para el delantero andaluz, la receta que emplea en su juego cada domingo puede aplicarse al equipo: "No sé si seguiremos jugando con cinco atrás, como ante el Albacete, o cambiaremos. Pero la cuestión es que el domingo el equipo fue intenso y nos contagiamos, en el césped y en la grada, de ese arranque". Y continúa con su razonamiento: "Es más importante la intensidad que el sistema". Independientemente del dibujo, Joselu tiene claro su rol: "No cambia mucho mi función. Presionamos igual y defendemos mejor. Lo importante es la intensidad y las ganas, como hicimos el domingo ante el Albacete".