El Oviedo tiene la segunda oportunidad esta tarde en el Wanda (16.00 horas) en sólo quince días de quitarse de un plumazo el gafe que arrastra en los últimos años cuando el equipo cruce el Negrón y juega en la Comunidad de Madrid. No se le da bien a los azules el centro de la Meseta, donde no saben lo que es ganar desde hace cinco temporadas, en la campaña 2012-2013, en Segunda B, cuando vencieron (0-3) al Getafe B en el Coliseum Alfonso Pérez con triplete de Diego Cervero y Carlos Granero como inquilino del banquillo azul.

Desde esa victoria el saldo en Madrid para los carbayones es profundamente negativo en las tres últimas temporadas en Segunda División (la 13-14 y la 14-15, en Segunda B, el Oviedo no se cruzó con rivales madrileños). El año de Egea y Generelo jugaron en Alcorcón (1-0) y Leganés (1-1). Con Hierro, ante el Getafe (2-1) y otra vez ante el Alcorcón, en un partido que acabaría en una dolorosa goleada con casi mil oviedistas en las gradas (5-1). El año pasado, con Anquela ya en el banquillo, el Oviedo logró un empate ante el Rayo (2-2) y repitió el mismo resultado que este año en Santo Domingo (2-0). Un duro global de goles marcados y recibidos de 15-5 en contra del Oviedo que los pupilos de Anquela intentarán hoy mejorar en el estadio, por entidad y capacidad (casi 70.000 espectadores), más importante que han visitado los azules en los últimos quince años. En la temporada 2002-2003, la última del Oviedo en la categoría de plata antes de su caída a las catacumbas del fútbol, los azules, que ese año llegaron a tener hasta cuatro entrenadores (Quique Marigil, Vicente González-Villamil, Miguel Sánchez y Rivas), se vieron las caras con el Getafe y con el Leganés. Ante los azulones, en la jornada 27, empataron (1-1), con gol de Losada en el tramo final del partido, que serviría para igualar el tanto inicial de Nano Rivas. Diez jornadas después, en la 37, el Oviedo acudió a Butarque, allá por el mes de mayo, y conseguiría los tres puntos ante el Leganés en un partido decidido por un gol de Geni (0-1).