Cuando se le pregunta a Ibrahima por sus opciones para el once inicial, el senegalés responde con su habitual chispa: "El míster siempre me dice: 'Eres mi negrito, hay que seguir pelando'. Él manda. Si me mete, ayudo desde dentro. Si no, a gritar como los que están en la grada". El delantero, protagonista en la victoria agónica ante Osasuna, prefiere repartir juego con sus compañeros.

"El equipo ha empujado, la gente también. Merecíamos ganar el partido, después de lo que pasó en el Wanda. Y gracias al trabajo del equipo lo logramos", explica el delantero como claves de la victoria. Su irrupción en el segundo acto cambió el sino del choque. Un Oviedo atascado, sin ideas ni ritmo, dio paso a un equipo que, con un estilo más directo, acorraló a Osasuna. Ibra fijó a los centrales, dio libertad a Joselu en la punta de ataque y se fajó en cada balón dividido. El resultado, un soplo de aire fresco para los de Anquela. "El míster manda y yo estaré donde me diga. Pero ya he dicho alguna vez que me gusta más estar en el "horno", donde pasan las cosas", confiesa, en referencia a su posición en el área; "Estaba con Joselu peleándolas todas. El entrenador siempre dice que cree en nosotros, que va a muerte con el equipo. Me ha metido en el campo para arriesgar más".

Que Ibrahima fue el protagonismo lo saben hasta en el vestuario azul. "La salida de Ibra nos dio mucha vida. Osasuna estaba apretando, y a partir de entonces no estaba tan solo Joselu arriba. Mejoramos, pero con un delantero también se hicieron cosas bien. Lo mejor es tener variedad, como se vio hoy: empezamos con tres centrales y acabamos con el 4-4-2 ganando el partido", indica Saúl Berjón, otro de los protagonistas con la acción que le dio los tres puntos a los azules.

Para el extremo, "fue un partido sufrido, pero también celebrado. Necesitamos sumar de tres en tres, en casa o fuera. Ojalá este año logremos también ganar habitualmente en el Tartiere porque es para nosotros importante". Sobre la acción que dio el triunfo, Berjón explicó la jugada con naturalidad: "Centrar ahí no es cuestión de darle mejor o peor. Es donde tenemos que ponerla porque entran dos al remate, y pueden tocarla uno o no y que vaya para adentro. Tuve la suerte de que fue a un sitio complicado de defender, alta para el portero y al final sirvió para quedarnos tres puntos que saben a gloria". Y añadió: "Yo no tengo miedo. Mi trabajo es jugar al fútbol. Si tuviera que desactivar bombas sí me daría miedo. Con el paso de los minutos nos dimos cuenta de lo buenos jugadores que somos y nos soltamos".

La vuelta al trabajo, el martes. Los futbolistas disfrutarán ahora de dos días de descanso (hoy y mañana), antes del regreso a la rutina en El Requexón, el martes a partir de las 18.00 horas. Anquela no cuenta con ningún futbolista sancionado y solo Tejera se mantiene como el único advertido, con 4 amarillas hasta la fecha.