Alfonso Herrero ve en primera persona alguno de los males del Oviedo de esta temporada. La endeblez del equipo en los balones parados es una de las más sangrantes para los azules. El último ejemplo se vio en Tarragona, con la falta mal defendida que acabó en el 2-1 de los catalanes: la tercera salida seguida sin sumar un punto de los de Anquela. Alfonso reconoce que fue "una derrota dolorosa", pero aboga por alzar la vista y fijarse en el siguiente choque. "Hay que coger una buena dinámica", defiende el portero del Oviedo.

Y en ese intento, la mejora pasa por maquillar los números defensivos: con 15 tantos en contra, el Oviedo es el cuarto equipo de Segunda más goleado. "Lo que más rabia me da es no dejar la meta a cero más veces. Pero creo que eso irá llegando. Pasamos momentos con algunas dudas porque nos meten más goles, pero se trata de coger la dinámica, defender bien el balón parado y hacernos fuertes".

La estrategia aparece en el discurso del toledano como uno de los objetivos inmediatos para mejorar, como no puede ser de otra manera: "Cada uno hace autocrítica, yo soy el primero en hacerla. Son circunstancias del fútbol. También ganamos con un gol a balón parado en el último minuto ante Osasuna. Lo que buscamos es la regularidad en todos los aspectos".