Las intervenciones de Juan Antonio Anquela en la sala de prensa suelen estar trufadas de referencias al aspecto anímico. La concentración, las ganas, la forma de afrontar los partidos desde la intensidad ocupan la mayoría de sus titulares. A veces, solo a veces, el entrenador entra en el debate futbolístico. No es habitual, no parece el entrenador especialmente cómodo con las conversaciones tácticas cuando se producen en la sala de prensa. Ayer, saltándose el guion habitual, el técnico tiró de currículum para explicar lo que busca en sus equipos. "A mí siempre me ha gustado jugar con dos delanteros. Siempre he jugado así. Pero tengo que adaptarme a lo que creo que es mejor para el equipo", plantea Anquela como punto de partida del debate.

El jienense recuerda en su intervención la dupla de ataque que tenía en Alcorcón, con Quini y Borja. O el vertiginoso Huesca con Samu Saiz por detrás del punta, un atacante que describe como "la repera". Anquela reconoce una cosa: nunca le había pasado lo que ahora, que el equipo esté expuesto al cambio prácticamente cada semana. "Ha habido equipos en los que he empezado de una manera y he acabado de otra. En el Huesca, por ejemplo, cambiamos cuando había que arriesgar, pero en lo demás no cambiamos nunca", explica; "pero aquí nos tenemos que adaptar. Puede dar la sensación de que pegamos bandazos y no lo hacemos. No damos ningún bandazo. Nosotros desde el primer día trabajamos de muchas maneras. Hay que adaptarse, no soy cuadriculado".

Por supuesto, además de las soluciones tácticas, hay circunstancias externas que condicionan. Las lesiones es una de ellas: "A mí me gustaría jugar siempre de la misma forma, pero últimamente no nos han permitido por las lesiones; Y no hemos recalcado este tema". Los arbitrajes, otra. Anquela no levanta la voz, pero expresa, a su manera, sus quejas sobre algunas decisiones: "En Tarragona el fútbol fue injusto con nosotros. No nos quejamos de algunas decisiones graves mientras que en otros sitios sí veo a gente llorando. A nosotros nos perjudican por mala suerte, a ver si se equivocan a favor".

El último análisis va dirigido a la defensa del balón parado: "Los jugadores tienen que estar convencidos. El año pasado éramos fiables en las dos áreas, y este año tenemos problemas. Seguro que cambiaremos porque son muchos goles los que recibimos y puntos que dejamos por el camino".