El Oviedo quiere hacer del Tartiere un fortín cuando se avecina uno de los tramos más exigentes de la temporada para los azules. Crecer en casa, según afirman cada semana desde el vestuario, es fundamental para lograr los objetivos. La asistencia que registre hoy el Tartiere puede ser un buen indicativo de la confianza que provoca el equipo en la afición. En el último encuentro, ante Osasuna (2-1), se registró la peor entrada en casa en cinco partidos disputados, con 12.218 espectadores. En los primeros encuentros en el Tartiere, sin embargo, se rondaron los 14.000 aficionados, lo que se sitúa en la media del Oviedo en las últimas tres temporadas en Segunda,- el año pasado fue de 14.003, la cifra más alta desde el ascenso en 2015. Esta campaña, el partido ante el Elche fue el encuentro con más afluencia de aficionados y el único día que se superó esa barrera de los 14.000, por ocho aficionados, según datos del club. En cinco partidos esta campaña, la media de aficionados se sitúa en 13.207. Esta tarde, ante el Mallorca, el equipo espera un Tartiere enchufado.