Herido en su orgullo después del abultado revolcón de Riazor, el vestuario del Oviedo hace piña y se conjura para convertir el derbi del sábado en el trampolín definitivo. Como la semana es especial, siete días de intenso derbi, hace falta que el mensaje convenza desde el principio y nada mejor en este punto que la palabra de los capitanes. "Somos conscientes de la importancia que tiene (el derbi) para la afición y para nosotros; venimos de una dinámica que no es buena y es el momento idóneo para cambiarla", señaló ayer Toché. El delantero murciano es el tercer capitán que habla tras la debacle en La Coruña. En la zona mixta de Riazor se puso frente a los micrófonos Christian Fernández. El lunes, en la vuelta al trabajo después del día de descanso, asomó por la sala de prensa de El Requexón Diegui Johannesson. Ayer el mensaje le tocó a Toché y hoy está previsto que hable Saúl Berjón tras el entrenamiento. Como el año pasado, los cuatro capitanes a la palestra en una "semana especial" en la que los futbolistas azules tratan de "pasar página" y "centrarnos en lo que viene".

Sabe bien de lo que habla Toché, curtido en mil batallas y héroe azul en el derbi del reencuentro, en septiembre de 2017 en El Molinón (1-1). El día en que marcó y enseñó el brazalete a la grada del fondo gijonés, imagen icónica desde entonces para el oviedismo. "Un jugador con miedo es lo peor que puede pasar. Es un partido para disfrutarlo, para llenarnos de confianza y para saber que tenemos un buen equipo. Creo que hay buena plantilla y capacidad de mejora. Ojalá que podamos cambiar la dinámica en el derbi", dijo Toché, 36 años el uno de enero, listo para otro derbi.

La plantilla del Sporting, "algo peor" que el año pasado. El delantero murciano, aquejado en el arranque de una lesión de la que ya está recuperado, ve al Sporting "algo peor" que la pasada temporada, pero matizó que la competición está empezando y que, insistió, un derbi siempre es "diferente". Palabra de capitán.