El Oviedo afronta el partido de mañana ante el Reus en el Tartiere (18.00 horas) con un reto mayúsculo por delante. Los azules quieren que la victoria ante el Sporting en el derbi les sirva como el empujón definitivo para dejar atrás la irregularidad mostrada esta temporada. El Reus, que marcha en puestos de descenso (19º) y atraviesa una grave crisis en lo institucional, se presenta como la oportunidad de sumar por primera vez dos victorias consecutivas en lo que va de temporada, algo que los carbayones no logran desde hace 22 jornadas.

El entrenador del Oviedo, Juan Antonio Anquela, suele incidir en sus intervenciones en lo mucho que cuesta ganar en Segunda en dos semanas seguidas. Y los datos le dan la razón, al menos en la trayectoria que atraviesa el Oviedo. A los carbayones les cuesta horrores enlazar grandes rachas y, salvo excepciones, tras una victoria suele venir un chasco. La última vez que el Oviedo cantó bingo tras dos partidos seguidos fue en la jornada 35 de la campaña pasada. Los azules ganaron al Nàstic en el Tartiere (1-0) con un solitario gol de Berjón tras ganar al Lugo la semana anterior en el Anxo Carro (0-1) gracias a un tanto de Diegui en los últimos minutos de encuentro.

Esas dos victorias parecían ser la energía que necesitaba el grupo para sobreponerse tras una racha muy negativa, pero los azules -como les ha tocado esta jornada- volvieron a jugar en el Tartiere y perdieron ante el Valladolid (1-2), que finalmente acabaría logrando el ascenso a Primera División. Para encontrar otras dos victorias seguidas del Oviedo con Anquela en el timón hay que irse hasta la primera vuelta de la campaña pasada (Sevilla Atlético y Cultural). El Oviedo, en la 2017-2018, desde su victoria al Lugo en la jornada 13, arrasó en Segunda con solo una derrota en ocho partidos y cinco victorias consecutivas. Precisamente esa racha ilusionante comenzó en noviembre, transcurridas varias jornadas.

Ese es el clavo al que se agarra Anquela, que pretende que este vuelva a ser su mes y el Oviedo enlace la racha necesaria para asomarse al play-off, más aún cuando las posiciones de arriba se van alejando cada jornada. El Oviedo, décimo clasificado, marcha ahora a cinco puntos del play-off, que lo marca Las Palmas, recién descendido, que además ha cambiado de entrenador tras la destitución de Manolo Jiménez y la llegada de Paco Herrera. Los puestos de ascenso directo (la meta que marcó públicamente Arturo Elías, representante de Carso a la conclusión de la pasada campaña) están algo más alejados para el Oviedo, a diez puntos, un puesto que marca el Málaga, segundo clasificado con 29 puntos. El Alcorcón, sensación de esta temporada en Segunda, es el líder con 30 puntos.

Lo que más se ha repetido esta semana desde el vestuario azul, por parte del cuerpo técnico y los futbolistas es la necesidad de utilizar la victoria en el derbi contra el Sporting como autoestima para que el equipo por fin se encuentre a sí mismo.

Repetir dos victorias seguidas en casa, además ante un Tartiere enchufado, que apunta a registrar una buena entrada debido a las entradas de invitación que se repartieron a los socios del Oviedo que sacaron una de acompañante para el derbi, sería la dosis de confianza necesaria para un equipo que naufragó ante el Dépor (4-0), ilusionó ante el Sporting (2-1) y ahora se vuelve a examinar ante su gente en el Tartiere ante el Reus.