El Oviedo cierra mañana un 2018 con sombras en la faceta deportiva -no logró el objetivo de meterse en el play-off la temporada pasada y ahora está lejos de los puestos altos- y fuegos artificiales en la institucional. 2018 es el año azul de la deuda cero y del récord histórico de socios en la entidad desde su fundación en 1926 (20.796 abonados).
El reto para el 2019 que se avecina es ascender a Primera División y también intentar mejorar la afluencia al Tartiere, que tiene un claro desnivel entre el número de socios del club y los aficionados que copan el estadio ovetense cada quince días. No obstante, la entrada al Tartiere sigue en los puestos más altos de la Segunda División y en 2018 acudieron al estadio un total de 307.585 personas en los 21 partidos jugados en el año natural, todos de Liga. La media global del año se sitúa en 14.646 espectadores cada fin de semana de partido en la capital del Principado, una cifra ligeramente superior a la de la temporada pasada (2017-2018), que era de 14.003, la más alta desde el ascenso a Segunda División, en la temporada 2014/2015. En el inicio de 2018 tuvo lugar uno de los picos más altos en la afluencia el Tartiere, ante el Almería (15.144), después ante Sporting (26.638) y luego Albacete (17.682). Los duelos ante el eterno rival, siendo 2018 el año de regreso de los derbis en Oviedo, han sido los partidos con más hinchas en las gradas. El de febrero, el primer encuentro de máxima rivalidad con el Oviedo como local tras quince años, registró la mayor entrada del curso: 26.638. Meses después, en noviembre, se disputó el segundo, ya de esta temporada, con bastantes menos: 23.175 en total. Por contraste, el partido de 2018 en el Tartiere al que menos aficionados acudieron fue el último de la temporada disputado ante el Huesca (10.418), con mínimas opciones de colarse en el play-off de ascenso.
