Christian Fernández sintetizó en una idea el triunfo de Los Pajaritos: "Es un alivio". Son tres puntos con efectos revitalizadores en el ánimo carbayón. Porque ponen fin a una mala dinámica de cuatro jornadas sin ganar y porque llegan de una forma agónica, de las que se celebra más. "Supimos sobreponernos y hasta el último hemos creído. Es un gol que mete toda la plantilla, porque es un trabajo de 90 minutos. Hemos venido con la cabeza limpia de vacaciones y necesitábamos una victoria cómo se ha dado", expuso Christian al final del choque.

El cántabro cree que el desenlace puede suponer un cambio de rumbo para los intereses azules. "Cometimos errores, nos maniataron por momentos, pero hemos creído más que el rival. El triunfo refrenda el trabajo que hacemos desde hace tiempo. Es un buen punto de partida para el año", defendió, antes destacar "la labor defensiva". "Respondimos, incluso en los últimos minutos cuando la cosa estaba más fea para nosotros", dijo.

La expresiva celebración en el césped de Los Pajaritos dio paso a una explicación más sosegada en la zona mixta. "El tanto va dedicado a mi familia; para mi mujer, mi hijo y el que viene de camino", cerró su intervención Christian.

Para Carlos Hernández, otro de los que aprovechó la estrategia para anotar (su primer tanto de la temporada), la lectura de lo sucedido en el terreno de juego coincide en muchos aspectos con la de su compañero Christian: "Tenemos que estar satisfechos del trabajo hecho, porque no es un campo difícil. Todo es mejorable, concedimos en algunas acciones, pero se puede corregir. Nos están costando goles y hay que cambiarlo". El zaguero incidió sobre el desarrollo del choque: "No ha sido nuestro mejor partido, pero lo importante es coger confianza, los tres puntos nos vienen muy bien Lo hemos hablado: a veces los resultados no han sido justos y hoy (por ayer) el fútbol nos ha recompensado".