2019 comienza, desde el punto de vista de la afición oviedista, como acabó 2018: con apoyo desde la grada. No hay escenario en Segunda que no esté teñido de color azul cuando al Oviedo le toca viajar. No fue uno de esos grandes desplazamientos que se recuerda una temporada, pero cerca de un centenar de seguidores del club carbayón estuvieron ayer presentes en Los Pajaritos. El frío (menos del que se podía esperar a estas alturas de año en Soria) y el horario -el regreso a partir de las 8 no ayudaba- no logró desanimar a una entregada afición.

La Asociación de Peñas Azules del Real Oviedo había organizado viaje, con ida y vuelta en el mismo día, para seguir el choque. No tuvo el impacto de otros desplazamientos, pero sirvió para aglutinar a seguidores de distintas peñas. Fue el caso de Julián Fernández, Mari Carmen Folgueira, Cristina Fernández, Luis Vázquez, Víctor Álvarez, Ana Estrada y Ángeles Fernández, procedentes de diferentes peñas que emplearon el servicio gestionado por la APARO. El grupo era optimista antes del choque, en especial Cristina Fernández, embarazada de cuatro meses, que cree en los de Anquela. "A ver si cuando nazca Ian estamos peleando en el play-off", aseguraba antes del choque.

Otra idea de viaje fue la que protagonizaron nueve miembros de la peña Teatinos. Los seguidores alquilaron una furgoneta para el viaje. Salieron a las 8.30 horas de la capital del Principado y antes de las 13.00 horas estaban en tierras sorianas. Algunos de los peñistas ya comentaban animados sobre la posibilidad de repetir modo de transporte en futuros desplazamientos.

Por último, también los hubo que utilizaron el coche para completar las cuatro horas y algo más que separaba ambas ciudades. Es el caso de Juan Sánchez y Javi Sánchez, padre e hijo, que madrugaron para comer ya en Soria y volver al término del choque. "También queríamos ir al partido del Extremadura, pero viendo el horario va a estar complicado", comentaba el padre, en referencia al choque del domingo 20 de enero a las 20.00 horas.

Situados en uno de los fondos, los cien oviedistas desafiarían al frío alentando a los suyos desde el mismo calentamiento. Su ubicación en el campo fue la idónea para el estallido final, el que siguió al córner lanzado por Tejera a los 90 minutos y que Christian cabeceó a la red. El 2-3 supone regresar a la vía de la victoria y darle oxígeno al proyecto liderado por Anquela. También una enorme satisfacción para los oviedistas desplazados en el primer viaje del año.