En el verano de 2017, recién aterrizado Anquela en el Oviedo, un joven extremo eléctrico llamó la atención del técnico. Viti irrumpió con fuerza en la pretemporada y para su entrenador fue una especie de flechazo. Quizás el técnico viera en el de Laviana ciertas condiciones que le recordaban a su etapa como futbolista. Tras un amistoso contra el Éibar, en el que el técnico situó a Viti como lateral izquierdo, a Anquela le pidieron su opinión sobre el chaval. El entrenador respondió espontáneo: "Viti los tiene muy gordos". Un año y medio después de aquel enamoramiento y tras superar una serie de lesiones que amenazaron su progresión, Viti vuelve a encandilar al técnico.

El extremo ha sido titular en los dos últimos encuentros ligueros, ofreciendo descaro y velocidad, las dos cosas que demanda Anquela a sus hombres de banda. Al término del choque en Los Pajaritos, en el que se volvió a ver la mejor versión del canterano, especialmente en la primera mitad, el jienense volvió a tener tiempo para analizar el rol del chaval, advirtiendo sobre el proceso de adaptación que entre el filial y el primer equipo se había llevado a cabo. Con el Vetusta, Viti ha disputado este año 9 encuentros, 4 como titular. Con los mayores, cuatro (167 minutos), dos de ellos en el once inicial. Ninguno de los 13 choques los ha jugado completos: forma parte del proceso de adaptación. El club, Anquela también, tiene depositadas muchas esperanzas en el futuro del extremo.

Viti se formó en el Alcava, de su Pola de Laviana nata, antes de dar el salto en cadetes al Oviedo. Fue en El Requexón donde pudo lucir su explosividad. Tanto, que su salto al primer plano le cogió con 19 años. Generelo le dio la alternativa en tres últimos choques de la 2015-16, 155 minutos en total. Una experiencia inicial enriquecedora. Aparecieron entonces los problemas físicos, enemigo sin escrúpulos. Viti regresó al primer equipo la campaña pasada, ya con Anquela, para participar en 7 partidos y sumar 97 minutos. Sus problemas en el bíceps femoral ha sido su quebradero de cabeza en los últimos años, tanto que se vio obligado a consultar a un especialista en Pamplona (Navarra) el pasado curso.

Ahora, los problemas físicos descansan en un segundo plano. Adaptado a la dinámica del primer equipo, Viti ofrece características no vistas en otros jugadores de la primera plantilla, Anquela, protector con el extremo, sabe que tiene una pieza más.