En el once que Javi Rozada presentó el pasado domingo ante la Cultural de Durango había 8 futbolistas que el año pasado habían jugado en Tercera: Prendes, José Martínez, Lobato, Borja Sánchez, Ernesto, Edu Cortina, Javi Mier y Lucas. La aportación de fichajes se reducía a Lucas Díaz, Alarcón y Lolo. Lo que se presumía un año difícil, de adaptación a la categoría, con la salvación como objetivo final, y de ayuda al primer equipo, se ha convertido una vuelta después en una trayectoria de récord. Tanto, que los números de los chavales del Vetusta, cuartos al final de la primera vuelta con 35 puntos en su mochila, pueden pelear con los del primer equipo del Oviedo en toda su historia en Segunda B.

La categoría de bronce ha sido históricamente una competición de paso para el conjunto azul, acostumbrado a fraguar su leyenda bajo los focos de Primera y Segunda. Pero un accidente a finales de los 70 y el gris periodo post-2003 aumentaron a nueve las campañas de los azules en una competición en la que nunca ha estado cómodo. Para calibrar el excelente rendimiento de los de Rozada en esta primera mitad de competición basta una comparativa con lo hecho por las primeras plantillas del Oviedo en Segunda B: los 35 puntos actuales del filial superan a ocho de las nuevas experiencias de los mayores.

Solo el Oviedo de Sergio Egea completó una primera vuelta con mejores números. La 2014-15, la del último ascenso, fue redonda casi desde el principio. Los ajustes defensivos tras las primeras semanas de altibajos y el acierto anotador (44 goles a mitad de competición) le valieron a los de Egea para liderar el grupo con firmeza. Tras la jornada 19.ª eran líderes destacados, con 43 puntos (8 más que el actual Vetusta), y le sacaban 5 puntos al Guijuelo, segundo por entonces. Era un síntoma certero de que se trataba de un año perfecto.

El resto de experiencias del Oviedo en la categoría de bronce sirven para resaltar el papel del filial en el presente curso. Solo hay otras dos campañas con números similares. En la 2011-12, el equipo de Pacheta finalizó la primera vuelta con 34 puntos, en la cuarta plaza de la clasificación. Al curso siguiente, con Sarriugarte, los azules se situaban terceros tras la 19.ª jornada, con 33 puntos. Peores fueron los registros en el resto de campañas: 30 puntos en la 78-79 (en realidad fueron 21 con el sistema de puntuación antiguo, en un año que acabó en ascenso), 29 en la 2009-10, 28 en la 2005-06 y en la 2013-14, 21 en la 2010-11 y 20 en la 2006-07, que acabó con el descenso del equipo a Tercera.