Sergio Tejera no tiene dudas cuando se le menciona los escasos días de descanso con los que el Oviedo afronta el duelo del sábado ante el Tenerife. "Tenemos tiempo suficiente. Además, físicamente el equipo está bien", señala el pivote. Las victorias también tienen efectos en las piernas. Pero los azules afrontarán en desventaja el choque ante el conjunto insular. Mientras que al Oviedo se le acumula citas en el calendario, con la disputa de dos partidos en seis días, los siete días de reposo del conjunto de Oltra suponen un llamativo contraste. Quizás por eso, la semana de trabajo en El Requexón se desarrolla a dos tiempos.

Los titulares en la cita de Los Pajaritos trabajaron ayer por segundo día consecutivo a menor ritmo que el resto de futbolistas. La sesión consistió en dividir al grupo en dos para completar ejercicios físicos por un lado y tácticos sobre el césped, por el otro. Tras ese trabajo, los jugadores con menos protagonismo en Soria disputaron un partidillo mientras que los titulares el lunes se retiraron a los vestuarios.

Anquela quiere medir los esfuerzos de un equipo que en las últimas jornadas empieza a ser reconocible. El 5-2-3 parece el dibujo sobre el que edificar la propuesta, ayer fue el sistema empleado en el trabajo táctico, basada la confianza del técnico en la buena imagen mostrada ante el Málaga y el óptimo resultado en Los Pajaritos.

El entrenador ha ido alternando diferentes dibujos a lo largo de la temporada. Anquela siempre ha defendido que el sistema con dos delanteros, uno actuando por detrás como teórico media punta, es el que más le ha gustado a lo largo de su carrera en los banquillos. Pero las condiciones de la temporada le han empujado los dos últimos años a improvisar otras ideas. El esqueleto con tres centrales le seduce por el hecho de reforzar la zaga, aunque no siempre funciona con armonía, y para dar vuelo a las bandas, el lugar por donde el Oviedo es más afilado. El debate del sistema no está cerrado, pero de cara al sábado parece que el 5-2-3 cuenta con más opciones que el 4-2-3-1, usado por última vez en Los Cármenes, en la derrota frente al Granada.

En el trabajo de campo de ayer en El Requexón, Anquela situó un equipo con tres centrales y carrileros formado en primer lugar a Champagne, Viti, Carlos Martínez, Carlos Hernández, Alanís, Mossa; Folch, Edu Cortina; Tejera, Steven y Sandoval. El segundo conjunto estuvo compuesto por Alfonso; Johannesson, José Martínez, Christian Fernández, Javi Hernández, Bárcenas; Javi Muñoz, Jimmy; Ramos, Toché y Joselu. La presencia del portero del filial Gorka Giralt elevó a ocho los jugadores del Vetusta empleados por el jienense durante el entrenamiento.

En la fijación por cuidar la salud de los futbolistas también influye tratar de no añadir más nombres al parte de lesionados. Con Forlín e Ibrahima recuperándose aún de sus infortunios, otro que parece que no llegará a tiempo de la cita del sábado es Saúl Berjón. Ayer tampoco saltó a los campos de entrenamiento para estar junto a sus compañeros y la tendinitis de la que informó el club la semana pasada podría presentar más complicaciones que las previstas inicialmente. La cuarta ausencia en el entrenamiento de ayer fue la de Richard Boateng, pero parece obedecer más a una cuestión de previsión que a molestias concretas. En las últimas semanas ha sido común que el centrocampista se ausentara de algunas de las sesiones.

El equipo vuelve a trabajar hoy a las órdenes de Anquela, esta vez a puerta cerrada, a partir de las 10.30 horas.