La peor entrada de la temporada en el Tartiere -11.544 espectadores, la única vez hasta el momento que se bajó de los 12.000- para la segunda victoria consecutiva en 2019. Pocos, pero enchufados. En una tarde muy fría, pero no tan gélida como lo que se esperaba, la afición azul calentó las gradas para dar fuerza a los de Anquela y buscar un importante triunfo para intentar acercarse arriba. El Tartiere sufrió, pero acabó festejando en la gélida noche ovetense y la crisis del final 2018, parece, ya ha quedado olvidada. El abucheo británico, identitario azul ("uhhh), además, regresó al municipal ovetense y se cebó con Raúl Cámara, exjugador del Sporting. También hubo ligeros pitos para Diegui y Toché.

Una de las novedades de la tarde-noche en el estadio se vio en el Fondo Norte, donde se ubica la peña Symmachiarii, que desde hace meses no lucía la pancarta del grupo. Hasta ayer. Una nueva pancarta con el lema "Los del 94", asociado al grupo (es el año de fundación), fue la sorpresa en un Tartiere marchoso, al son que marcó el equipo los primeros minutos de encuentro (un palo y varias llegadas claras). En el 22 el estadio vio quizá el mejor gol, en lo que va de temporada. El zapatazo de Bárcenas levantó a los hinchas del asiento y confirmó la buena relación del Tartiere con el extremo panameño (los aficionados ya preguntan cuantas cifras figuran en su opción de compra), que se ha ganado a la afición a base de esfuerzo, buen juego, y goles. El momento de preocupación llegó en la lesión (la plaga no cesa) de Omar Ramos, que ya mosquea mucho a la afición y los instantes finales del encuentro, con el Tenerife apretando a base de pelotazos y cinco minutos de añadido, hicieron que la hinchada acabase de uñas. Al final el grito de liberación del Tartiere demostró lo importante de la victoria.