La marcha deportiva del equipo es directamente proporcional al ánimo de la hinchada. La crisis de resultados del Oviedo en el final de 2018, que puso incluso al entrenador del Oviedo, Juan Antonio Anquela, en entredicho, se contagió en tristeza en el Tartiere y afectó a la afluencia del estadio. En los tres últimos encuentros en casa, el municipal ovetense se quedó por debajo de la barrera de los 13.000 espectadores y el pasado domingo, ante el Tenerife, la segunda victoria consecutiva, se registró la peor entrada hasta la fecha, con 11.554 aficionados, la única vez que se bajo de la barrera de los 12.000 La media de aficionados en el Tartiere en la primera vuelta se sitúa en 14.250, lo habitual desde el ascenso en las últimas tres temporadas.

El reto en la segunda vuelta del Oviedo, que tiene más de veinte mil socios y la temporada pasada batió el récord histórico de abonados de la entidad, es mejorar esa cifra. Los azules tienen ahora dos encuentros lejos de Asturias, ante el Extremadura el domingo (20.00 horas) y ante el Zaragoza la semana siguiente, el viernes (21.00 horas). Desde la Asociación de Peñas Azules (APARO) creen que mejorar la asistencia al Tartiere es un asunto complicado, que depende directamente de los resultados deportivos y que tiene en la mala situación del estadio y los socios que no van a su principal enemigo: "La clave son los socios que fallan. ¿Dónde están los diez mil que no van? Luego hay que analizar muchas cosas, como los horarios o la mala situación arquitectónica del estadio. Pero, sobre todo, lo importante son los resultados. Todo el mundo se engancha en una ola buena y ante grandes rivales", asegura Jaime Campillo, vicepresidente de la APARO. Otra de las posibles medidas para mejorar la afluencia es sacar a la venta entradas de acompañante: "Es una posibilidad. Yo estoy a favor, pero hay socios y peñistas que me consta que estarían disconformes", finaliza Campillo, que organiza con las peñas viaje a Almendralejo el domingo para el partido.