El Oviedo aprovechará que los dos siguientes encuentros son lejos de Asturias para intentar mejorar el césped del Tartiere, un problema endémico en el municipal ovetense desde su fundación que trae de cabeza al club. Las obras para sustituir los tepes de hierba afectados empezaron ayer, según informó el club en su página web. La banda de la Tribuna Presidencial y la esquina del Fondo Sur presentaron un estado lamentable los últimos encuentros: el césped se levanta constantemente y hay varias zonas ennegrecidas. La sustitución de tepes como medida provisional es un parche que ya se ha utilizado en las últimas temporadas en el Tartiere, cuya gestión es municipal. El objetivo inmediato del club es que al menos el césped aguante lo mejor posible con esta obra hasta final de temporada. El siguiente partido en casa se disputará el domingo 3 de febrero ante el Cádiz a las 16.00 horas. Este año, en principio, tendrán lugar varias obras de calado en el municipal ovetense. Para ello el tripartito que gobierna la ciudad (PSOE, Somos e IU) tiene reservada una partida de medio millón de euros para distintos arreglos en el estadio. El club azul es el que tiene que elegir entre la creación de un acceso, con una rampa desde la Ería, o acometer las mejoras necesarias en el interior del campo. Con las elecciones locales a la vista, el próximo mes de mayo, la gran obra del Tartiere, la sectorización de toda la grada, sigue pendiente.