La semana de trabajo en el Extremadura queda marcada por la salida de su jugador más desequilibrante. Enric Gallego fue ayer presentado por el Huesca, que lo recluta para la segunda vuelta en su intento por escapar del descenso. El ariete ha pasado en un año de Segunda B a Primera. Pero en el vestuario azul no hay ningún síntoma de relajación por la baja del máximo artillero de Segunda, 15 dianas. Mossa, que apunta al carril izquierdo de la zaga, advierte sobre los peligros del rival del domingo. "Cuantos menos jugadores tengan, mejor para nosotros. Pero al Extremadura le tengo un gran respeto. En su campo han hecho buenos partidos. También contra los equipos de arriba", explica el zurdo. Para el valenciano, la clave es el rendimiento defensivo: "Es difícil que los rivales no tengan su momento y lo hicimos contra el Tenerife: con una diferencia mínima logramos no pasar apuros".