El central del Oviedo Christian Fernández valoró el estado del equipo hoy en las instalaciones Tensi tras el entrenamiento, que se traslado a ese lugar debido a las inundaciones en El Requexón. El cántabro cree que el Oviedo ha sufrido una “metamorfosis” como visitante y viaja a Zaragoza con el ánimo por las nubes. También aclaró Christian su salida del entrenamiento de ayer tras una bronca de Anquela, un episodio que no irá a mayores, “son cosas del fútbol, el míster nos exige el máximo y entendió que debía calmarme”. Estas fueron las declaraciones del jugador azul.

Nuevo lugar de entrenamiento: “No son las condiciones ideales, pero hay que adaptarse. Hay que pensar en Zaragoza y seguir con esta racha que tenemos en 2019. Hay que trabajar en las condiciones en las que se pueda”.

El Zaragoza, un rival en horas bajas: “Viene a evidenciar lo que pasa en Segunda División. Casos como el Zaragoza ratifican esas palabras que caen en saco roto. El de la ida (0-4) es un partido que a la postre fue doloroso para nosotros. A pesar del resultado el equipo no dejó malas sensaciones, vamos precavidos a un campo difícil. Tienen un cambio entrenador, que está a la orden del día en el fútbol. Creo que el Zaragoza seguirá siendo un equipo de presión alta y aprovechando sus dos referencias arriba”.

La Romareda, campo maldito donde no se gana desde el 91: “En ese sentido el equipo ha sufrido una metamorfosis como visitante, eso te hace ser optimista para seguir prolongando la racha que nos ha llevado a rozar el play-off y buscar cotas mayores”.

La bronca de ayer de Anquela y su marcha del entrenamiento: “El míster siempre nos exige el máximo, es lo que luego se plasma el domingo. En ocasiones uno se lleva las palabras a la letra. En mi caso lo llevo al máximo exponente y pasan situaciones como la de ayer, típica del fútbol que pasan y seguirán pasando. El míster entendió que debía calmarme un poco los ánimos y fui al campo anexo. Normalidad, como hoy”.