Con las cosas claras, aunque midiendo sus palabras (el respeto al vestuario por encima de todas las cosas), Anquela reflexionó en alto sobre las debilidades azules tras perder ante el Zaragoza. "Nos faltan cosas que quizás no tenemos, como calidad en los últimos metros o ver el último pase", dijo. Y la sentencia sonó más a descripción que a queja. Influye en la reflexión las ausencias. En concreto dos, las de Berjón y Omar Ramos, que prometen dar un salto de calidad al ataque azul cuando estén recuperados. Una vez que parece asegurada la zaga, en Zaragoza a pesar del resultado volvió a verse una buena versión defensiva, el técnico parece fijarse ahora en intentar mejorar la propuesta del equipo con la pelota.

En realidad, es una pelea vigente desde el comienzo de temporada. El primer impulso de Anquela este curso fue el de poblar el equipo de futbolistas con talento para tener la pelota y tratar de dominar con la posesión. Pero la realidad de la Liga, resultados y lesiones, le acabó empujando a un sistema en el que prima la solidez defensiva que ofrecen los tres centrales. Pero en cada intervención pública, el entrenador resalta que el equipo debe dar más con la pelota.

En La Romareda se vio un buen ejemplo. Los azules resistieron con entereza las acometidas de un muy buen Zaragoza, conjunto al que Víctor Fernández ha insuflado el alma ofensiva. Los maños llegaron con cierta facilidad al área carbayona, pero sin encontrar muchas vías de acceso a Champagne, inspirado cuando se le exigió, El problema llegó con la pelota. El Oviedo siempre recuperó muy lejos del área maña, con la dificultad que eso conlleva para montar un ataque que sorprenda al enemigo.

Los datos señalan que el equipo estuvo más que preciso en el pase. Acertó el Oviedo en la noche del viernes el 82,14% de los envíos, lo que supone la segunda mejora marca de la temporada, sólo superada por el 82,18% de pases buenos que los azules completaron en el 3-0 frente al Reus del Tartiere. El equipo supo qué hacer con la pelota, pero el problema se condensó en los metros finales. También ahí la estadística ofrece algunas pistas. Los de Anquela chutaron en cinco ocasiones a la meta del Zaragoza, lo que es el registro más baja en toda la campaña, igualando los cinco intentos ante el Málaga de la jornada 19.ª. Sí fue al menos preciso el equipo ante el arco rival: cuatro de esos cinco lanzamientos fueron a puerta, incluido el penalti que Cristian le detuvo a Alanís y que pudo cambiar el sino del encuentro.