La sectorización de las gradas del estadio Carlos Tartiere, la gran obra pendiente del municipal ovetense, no se puede realizar. No al menos a la totalidad del estadio, para lo que sería necesario una "intervención estructural" en profundidad en el Tartiere, una obra millonaria y compleja que afectaría al armazón del esqueleto y a día de hoy está totalmente descartada por el Oviedo y por el Ayuntamiento. Es la principal conclusión a la que ha llegado el Colegio de Arquitectos de Asturias en su estudio "Informe sectorización del graderío del estadio de fútbol Carlos Tartiere", un dossier encargado por el tripartito que gobierna la ciudad (PSOE, Somos e IU) en el verano de 2016 y al que ha tenido acceso LA NUEVA ESPAÑA. El estadio, inaugurado en el año 2000, se construyó con la intención de lograr una estructura diáfana, en la que un aficionado pudiese moverse libremente de rincón a rincón. Varias deficiencias en la construcción echan por la borda la sectorización, como así afirman los técnicos y asume el Oviedo y el consistorio.

El estudio, de 63 páginas entre los que se incluyen 46 planos, firmado por el arquitecto José Luis Pérez-Lozao Macías a fecha 11 de agosto de 2017, abre la posibilidad de una actuación intermedia, en la que se han hecho ya algunos avances, que sólo afectaría a las tribunas situadas en el nivel inferior del estadio: Anillo azul este y oeste,_Lángara y Herrerita. "La sectorización planteada para el estadio Carlos Tartiere sólo es posible realizarla sin afectar a la estructura en los dos primeros niveles de graderío", concluye el informe en su resumen final.

La sectorización del Tartiere ha sido en los últimos años, junto con el arreglo del césped, la demanda más importante que el club azul ha solicitado sobre su estadio, de gestión municipal. La entidad azul quiere dividir las gradas para poder establecer distintos precios en los abonos y las entradas. LaLiga, en las reuniones con el Oviedo y el Ayuntamiento, exigió siempre únicamente la sectorización de la zona visitante, ya hecha.

Para la creación de la grada de animación, por ejemplo, ubicada en el Grada Norte, se optó por una separación provisional mediante la instalación de vallas y la presencia de personal de seguridad los días de partido. Actualmente la grada norte del estadio y la zona visitante son las únicas que cumplen con todos los requisitos de la sectorización.

Para el resto se echa mano de personal de seguridad durante los días de partido. El informe, para la sectorización intermedia, recomienda la construcción de una escalera en la esquina del marcador para mejorar la evacuación de esa zona y así poder separarla. En el nivel inferior de la grada ubicada en el este hacia fondo Sur no hay ningún tipo de separación.

El informe del Colegio de Arquitectos de Asturias apunta hacia los problemas de evacuación de las gradas del estadio y la carencia de los servicios higiénicos como los dos factores por los que la separación completa del graderío ovetense no se puede hacer sin tocar la estructura. El informe, en su punto cinco ("evacuación de las zonas de sectorizar"), pone encima de la mesa varias deficiencias que incumplen la normativa vigente de seguridad (no contemplada cuando se construyó el Tartiere.

"En la actualidad la situación semienterrada de parte del graderío obliga a que algunos recorridos de evacuación deban salvar en sentido ascendente una altura de más de seis metros hasta alcanzar espacio exterior seguro, situación que el Código Técnico en caso de incendio no permite", dicen los arquitectos. El término "semienterrada" aparece hasta cuatro veces en el informe.

Pero lo que definitivamente echa por tierra una posible sectorización total es la carencia de servicios higiénicos en el estadio y la imposibilidad, algo exigido por la ley, de ampliar los baños sin hacer una obra en profundidad. "La insuficiente dotación de servicios higiénicos actual supone una importante limitación para la sectorización", dicen los técnicos en el punto 5.3 del informe: "Dotación higiénica de las zonas a sectorizar". Los arquitectos recalcan el déficit de servicios higiénicos: el Tartiere tiene cuatro núcleos ubicados en las cuatro esquinas, en las plantas 1, 2, 3, al lado de las escaleras, sin que tengan baños los aficionados las gradas Este y Oeste (Tribuna Ería y presidencial), que utilizan los situados en las plantas de abajo. En total, en el Tartiere hay un déficit de servicios higiénicos que afecta a 6.320, lo que supone el 21% de la ocupación, según apunta el informe.

Si se quiere sectorizar el Tartiere por completo se necesitaría construir más baños. Y no es sencillo. Los técnicos, además, recuerdan que "el proyecto original preveía dotaciones de aseos debajo de las gradas del segundo nivel que no llegaron a realizarse (...). En los niveles superiores del estadio, en los que la dotación de servicios higiénicos actualmente no cubre la exigencia, se da la circunstancia añadida de la imposibilidad técnica de realizar accesos a los aseos existentes en el caso de sectorizarse los niveles N3 Y N4 (el graderío superior), pues los aseos se encuentran situados detrás de las escaleras, por tanto si se delimitase el acceso a los aseos también se delimitaría el acceso a las escaleras de evacuación general".

La solución a ese contratiempo, clave para poder sectorizar, no se vislumbra a día de hoy, "sería necesario realizar una intervención de ampliación de la planta 3 para ubicar nuevas dotaciones bajo las gradas del nivel 4 y realizar un nuevo análisis de la evacuación de las plantas 3 y 4, que no se contemplado en el presente informe dado el carácter de intervención total que supondría llevarlo a efecto", finaliza el estudio.