Los caminos de Oviedo y Cádiz convergieron el último día de mayo de 2015. Una fecha marcada para el oviedismo. Fue la tarde del cabezazo de David Fernández y de la historia tantas veces relatada. Los dos consumían temporadas en Segunda B con esa sensación de incomodidad típica de clubes que no están en la categoría que debían. Los caminos se separaron entonces, subió el Oviedo y el Cádiz se mantuvo en Segunda B, pero sólo por un año. La llegada de Álvaro Cervera, técnico pragmático, al banquillo cadista hizo ascender al equipo amarillo, que una vez en Segunda pasó al pelotón de los gallitos. Justo el mismo camino que había seguido el Oviedo. Porque el camino de azules y cadistas presenta muchas similitudes en el último lustro.
Tanto, que las cifras de ambos son casi idénticas en las tres últimas campañas. El Cádiz, como el Oviedo, se ha acostumbrado en años recientes a asomarse de forma habitual por los puestos de honor. Su rendimiento en la competición le ha servido para disputar el play-off en la 2016-17, fue quinto, con 64 puntos, y para quedarse cerca el curso pasado: noveno, otra vez con 64 puntos. Ahora, llega al Tartiere en la séptima plaza, a las puertas de la promoción, con 35 puntos.
La trayectoria del Oviedo es casi coincidente con el de su enemigo de esta jornada. A los azules les falta la experiencia en el play-off que sí han tenido los gaditanos. En la 2016-17, el equipo dirigido por Hierro fue octavo, con 61 puntos, a tres del Cádiz. El año pasado, los de Anquela superaron a su rival del domingo en la tabla por un punto (65 para los azules), pero sólo les valió para ser séptimos. En el presente curso, los azules alcanzan la cita en el noveno puesto, dos puntos por detrás de los de Cervera. En total, en las tres campañas últimas en las que los dos han coincidido en Segunda, el Cádiz suma 163 puntos, por 159 del Oviedo.
Pero las similitudes no se limitan a los números. Los dos conjuntos tienen un estilo similar, protegido el equipo de Anquela ahora en los tres centrales, garantía de orden. Precisamente la solidez defensiva es una de las marcas de la casa para Cervera, entrenador con libro de estilo. En sus tres campañas en Segunda sus equipos se han caracterizado por cerrar con eficacia. El año pasado, con 29 goles en contra, fue el conjunto menos goleado de la categoría. La campaña anterior, la 2016-17, fue el cuarto con menos tantos en contra. Y en la presente, con 18 dianas sufridas, es el tercero menos batido. Ese rendimiento de la zaga es lo que persigue Anquela desde su llegada a Oviedo.
Precisamente son los números defensivos los que señalan las principales diferencias entre Cádiz y Oviedo de los últimos años. A la similitud en puntos sumados, se le suma en el de tantos a favor. Sólo hay uno de diferencia: 127 del Oviedo por 126 del Cádiz. Pero en la otra área sí hay un abismo. El Cádiz ha recibido en los dos últimos años y medio 87 goles, mientras que los rivales han batido la portería carbayona en 123 ocasiones.
El Cádiz domina por poco en términos de clasificación, pero el Oviedo puede presumir en los duelos directos. Se han enfrentado cinco veces en las tres últimas campañas, con tres victorias azules, un empate y la única derrota del curso pasado en el Carranza, en un choque condicionado por la expulsión de Rocha.
