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De ayudar a salvar al Oviedo a no pisar un estadio

"En el fútbol actual, cuanto más dinero ganan algunos, menos se respeta al aficionado", dice Hugo López, expresidente de la APARO

Sabino López, Hugo López, Antonio Mijares, Jorge Sánchez y José María Suárez, en una de las reuniones del consejo de administración del Oviedo. LNE

Apenas se concede importancia, rehúsa cualquier tipo de reconocimiento. Pero la historia del Oviedo le sitúa en el lugar adecuado y en el momento oportuno. Hugo López fue uno de los que luchó contra la desaparición del Oviedo, con éxito, en los tiempos convulsos. Uno de los que lideró el proceso de salvación en 2012, coronado con la celebrada ampliación de capital. Y uno de los que echó una mano al consejo de administración, como asesor externo, cuando nadie se atrevía a dar el paso. Presidió entre 2007 y 2012 la Asociación de Peñas Azules del Real Oviedo (APARO) y fue asesor entre 2012 y 2013. Su trabajo contribuyó a darle vida al Oviedo pero, ahora, años después de aquellos tiempos tan difíciles, apenas se le ve por el Tartiere. ¿La razón? Su desencanto con el fútbol. "No me gusta la deriva que ha tomado el fútbol actual. Cuanto más dinero se llevan algunos, menos se respeta al espectador", explica como resumen de su distanciamiento con un mundo que consumió muchas horas de su tiempo.

Esa entrega intensa en los años en los que presidió la APARO también ha contribuido a su alejamiento progresivo de los estadios. "A mí siempre me ha costado ver los partidos del Oviedo porque lo paso mal, sufro mucho. Pero últimamente no he ido al Tartiere. Y a veces ni veo los partidos en la televisión", relata. Por supuesto, mantiene su abono del Oviedo. "Eso no cambia. El Oviedo forma parte de mi vida. Ahora mismo mientras hablamos tengo aquí delante un par de bufandas y escudos del club. Al Oviedo siempre lo querré. Pero otra cosa es la deriva que está tomando el fútbol", matiza. "Veo que quieren llevar partidos a Miami, que Griezmann hace una película para decir que se queda cobrando un pastizal, que ponen partidos en horarios indecentes... Este fútbol no me representa y no veo al Oviedo hacer nada por cambiar la situación", añade.

Descartado el fútbol del momento, la vista atrás no mejora mucho la perspectiva. Hugo López vivió momentos complicados en torno al Oviedo. La salvación del club, pero también decepciones y traiciones. Por eso, su saldo no es tan positivo como uno podría esperar. "Te voy a explicar mi labor en el Oviedo con un ejemplo. Es como si afronto una carrera y logró acabarla. Llego a la meta, sí, pero lo hago después de haber corrido con una piedra en el zapato todo el recorrido y sufriendo como un perro", señala. "No disfruté casi en ningún momento. Actué por corazón, movido por lealtad y porque creía que debía hacerlo. Es como si me hubiera tocado ir al frente", explica, antes de elegir un momento para recordar: "La ampliación de capital, sin duda. El club estaba al borde de la desaparición y la suma de varios factores logró alcanzar la salvación. Fue un punto de inflexión para el Oviedo".

Las experiencias vividas y su observación de lo que sucede le hace ser poco optimista con el fútbol actual. "Lo veo en la distancia, pero es un mundo que no me representa. Quiero al Oviedo pero soy feliz sin el fútbol", culmina.

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