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Punto de prestigio

La buena imagen del Oviedo en Albacete

Punto de prestigio

Anquela debió de pensar en los últimos minutos del partido en Albacete que vale más un punto en la mano que un punto volando. Y la verdad es que este empate brilla gracias a la buena imagen que dejó el equipo. Es un punto de prestigio.

Eso pese a que en los últimos diez minutos los carbayones entregaron la cuchara y consiguieron guardar la ropa sin pasar apuros. Seguramente era lo que Anquela buscaba porque en esta fase de la liga lo fundamental es no perderle la cara, por cualquier desliz, a un play-off al que ha costado mucho sudor engancharse.

Pero el Oviedo de 2019 ha mutado, las navidades le han sentado de maravilla, excepto por aquella infidelidad en Zaragoza. Ha cambiado tanto que no se parece en nada al Oviedo de 2018 aquel que a la mínima bajaba los brazos y le perdía la cara a los partidos con sorprendente frecuencia.

Al Oviedo de Albacete no hay mucho que reprocharle. Luchó con el cuchillo entre los dientes, presionó al rival y estuvo a unos milímetros de llevarse un partido tremendamente disputado. Además, el esfuerzo colectivo, por fin parece que el Oviedo es un equipo. Ya entienden.

Elucubrando, podríamos preguntarnos qué hubiera pasado si Anquela hubiera cambiado el sistema de juego en los últimos minutos del partido. Ya saben, como ha ocurrido durante las últimas jornadas en las que se quitaba al quinto defensa sobrante para meter al campo al tercer centrocampista tan necesario. Fueron decisiones vitales para que ahora el equipo esté donde está, ahí arriba. Simplifiquemos la pregunta. ¿Qué hubiera pasado si en los últimos diez minutos del partido hubiéramos visto a un Oviedo valiente? Quién sabe. El caso es que no ocurrió. Aún así los azules siguen enganchados ahí arriba, los carbayones (reproches aparte) nunca le pierden la cara al partido y presionan hasta el último aliento. Sigamos elucubrando. ¿Y si es este el año?

Para que sea el año habrá que tratar de superar la maldición de las últimas diez jornadas que ha perseguido al equipo desde que volvió a la Segunda División. Cada temporada parecía que acariciaba el play-off, pero siembre se quedaba rozándolo con las yemas de los dedos. Es el momento de dar el golpe sobre la mesa. ¿Y si esté año si?

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